Diversos modelos numéricos que intentan predecir las consecuencias del "cambio climático" (dejémoslo en calentamiento global planetario) nos dan para la Península Ibérica que nos deberemos acostumbrar a estas locuras.
De entrada las sequías serán cada vez más numerosas y más graves (la última ha sido la leche por aquí), pero también los episodios lluviosos serán cada vez más largos e intensos. Es como si nos debiéramos acostumbrar a vivir en una sequía casi permanente, salpicada de episodios pluviométricos aislados pero de una alta eficiencia

Para calificarlo de alguna manera, la precipitación se "mediterranearizará" cada vez más para tod@s.
Otra cosa es el contraste de temperaturas, aunque pueda ir ligado a cambios en la circulación global atmosférica, y por tanto a modificaciones del índice de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO).