Como todos los años, McNamara y su equipo han hecho temporada en la playa de Nazaré, Portugal, donde suele haber olas enormes que, junto a las Big Jaws, de Hawai, son las más altas del mundo. Ayer, el hawaiano logró surfear una ola que para los expertos superaba los 100 pies, es decir, 30,4 metros de altura. El surfista ya tiene en su haber el récord Guinnes desde 2011, cuando en la misma playa montó una ola bestial de 23,7 metros de altura.
Lo pongo en meteorología, porque además del mérito deportivo y humano del surfista, una ola así no puede estar en otro lado.
http://deportes.elpais.com/deportes/2013/01/29/actualidad/1359485787_823050.html