Menudo iluso el alcalde de Moscú y menudo ignorante además de irresponsable. Se cree que puede manipular a su antojo los fenómenos meteorológicos como si fueran marionetas. No tenemos suficiente con este atípico otoño que estamos padeciendo en toda Europa y que malas repercusiones tendrá en los ecosistemas para además tener que aguantar a cuatro políticos aprendices de magos, que hagan experimentos meteorológicos. Al final les acabará explotando todo en la cara. Pero como siempre, serán otros los que sufran las consecuencias.
Y lo de voltear el curso de los ríos siberianos ya se cae pr su propio peso. Que lo haga y verá lo que le pude ocurrir al clima de su país y de todo el planeta.