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http://www.lavozdegalicia.es/inicio/noticia.jsp?CAT=126&TEXTO=100000088760La temporada de huracanes 2005 fue anómala hasta su final de ciclo, que se cierra formalmente el 30 de noviembre. Atípica hasta el último momento, tanto por el elevado número de ciclones registrados como por la intensidad de los mismos, se cebó dramáticamente con Centroamérica y de manera aún más sangrante con Nueva Orleans, devastada por el paso del huracán Katrina.
Pero la singularidad de estas perturbaciones ciclónicas cruzó también el Atlántico y, aunque de manera mucho menos trágica, pilló de sorpresa a España con dos insólitas tormentas tropicales, Vince y Delta, que siguieron una trayectoria infrecuente y afectaron a la península ibérica y al archipiélago canario, respectivamente.
¿Es previsible que España sea escenario, a partir de ahora, de fenómenos tropicales o subtropicales de estas características? Los expertos no dudan en mostrar cierta perplejidad, toda vez que se ha tratado de tormentas «totalmente imprevisibles y sin precedentes en nuestro país». La lección aprendida es que estas aparentes anomalías meteorológicas pueden suponer el inicio de un cambio de ciclo, quizá relacionado con el cambio climático, si bien los especialistas dudan mucho a la hora de establecer una relación causa-efecto.
«Estos nuevos fenómenos tropicales nos anuncian que en España pueden repetirse en el futuro y, quizá, con mayor frecuencia», alertó este viernes Arturo Gonzalo, secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático. Y para atajar en lo posible las consecuencias de eventuales perturbaciones futuras, se ha optado por crear una unidad específica en el Instituto Nacional de Meteorología dedicada a la meteorología tropical.
Aviso a Canarias
En principio, este órgano acogerá a cuatro o cinco expertos, que trabajarán en coordinación desde las sedes de Madrid y Canarias y establecerán un estrecho contacto con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos para mejorar en lo posible sus capacidades operativas y tecnológicas de previsión.
Lixión Ávila, destacado especialista del centro estadounidense y reputada autoridad en la materia, subrayó durante una conferencia pronunciada en Madrid que la tormenta Delta'que castigó el archipiélago canario, causando varios muertos y numerosos destrozos, fue de todo punto impredecible. Ávila, que fue el predictor jefe que alertó del avance del huracán Katrina hacia Nueva Orleans, confirmó también que su centro envió avisos a España y los servicios meteorológicos «de todo el mundo» del atípico desplazamiento hacia España de Vince y Delta cuando se detectaron estas formaciones.
Vince, en octubre, terminó por diluirse en un frente frío que alcanzó a gran parte de la península con la descarga de fuertes precipitaciones. El paso de Delta por Canarias, en noviembre, tuvo consecuencias mucho más amargas, si bien Arturo Gonzalo insistió en que las islas fueron alertadas de la llegada de la masa ciclónica «con suficiente antelación». «El aviso se dio en Canarias con toda anticipación y, de hecho, permitió establecer la alerta con mucha antelación».
El experto estadounidense corroboró esa impresión: «Se trató de un fenómeno muy poco común y bastante bien salió todo. Se hijo lo mejor que se pudo con la tecnología disponible». Ahora, advertido nuestro país el año pasado por tan inusuales inclemencias, el Instituto Nacional de Meteorología se centrará en reforzar los sistemas de observación, y de manera especial en Canarias, donde se instalará un nuevo radar, anunció el director de este organismo.