A principios de octubre, os comentaba el informe que hablaba sobre el
desgaste inusual que sufrió la capa de ozono, durante el invierno-primavera 2010/2011, en el Hemisferio Norte. Seguramente debido a la
anormal baja temperatura de la estratosfera durante ese período.
La mala noticia llega hoy desde el otro extremo de nuestro Planeta: el agujero de ozono sobre la Antártida, que aparece cada primavera del Hemisferio Sur, alcanzó su máximo anual el 12 de septiembre, alcanzando una superficie de 10,05 millones de kilómetros cuadrados, el noveno mayor agujero de ozono en la historia.
Sobre el Polo Sur, el agujero de ozono alcanzó su punto más profundo de la temporada el 9 de octubre, el décimo inferior en 26 años.

Se achaca el mismo factor: "Temperaturas más frías que la media en la estratosfera de este año causaron un agujero de ozono más grande que el promedio", dijo Paul Newman, científico jefe de investigación atmosférica en el Goddard Space Flight Center. "A pesar de que era relativamente grande, el área del agujero de ozono de este año estuvo dentro del rango previsible, dados los niveles de sustancias químicas de origen humano que agotan el ozono y que persisten en la atmósfera".

La capa de ozono protege la superficie del planeta de la dañina radiación ultravioleta. El agotamiento de la capa de ozono determina que mayor cantidad de radiación pueda golpear la superficie terrestre, elevando el riesgo de cáncer de piel y otros efectos nocivos.