Buenas noches,
Tras el episodio de la semana pasada que ya significó un cambio notable en amplias zonas del sur (por ejemplo, en Granada llovió varios días seguidos y la nevada en la Penibética fue sin duda abundante), el panorama que dibujan los modelos no es ni mucho menos desalentador. Es más, yo lo calificaría de muy positivo e interesante.
La circulación zonal, con tendencias noroestes sobre el espacio ibérico, será la tónica de las próximas jornadas, escenario por otro lado muy habitual en estas fechas. Como también es habitual, desde que nuestro clima es nuestro clima, que los frentes atlánticos entren por el oeste (o noroeste en este caso) y en su camino por el solar peninsular se vayan desgastando.
No obstante, es una situación muy proclive a acumular cantidades significativas en las cabeceras de algunas cuencas que están sometidas a una demanda hídrica exagerada (para eso la lluvia solo puede aliviar momentáneamente, lo demás es un tema de ordenación territorial ajeno completamente a los devenires de la atmósfera).
A lo que voy: que desde mañana los frentes nos van a visitar, con mayor generosidad en las vertientes orientadas al noroeste, beneficiando a cabeceras sureñas importantes como la del Segura o la del Genil (por poner algunos ejemplos) y, lo más interesante, parece tendrá continuidad con mayor claridad a lo largo de la semana que viene. Todo ello, además, con ambiente térmico acorde con las fechas (también habría que matizar hasta qué punto es cierto que las temperaturas que estamos teniendo son totalmente extrañas en todas partes -la semana pasada fueron especialmente bajas-pero para qué me voy a alargar más...).
Por otra parte, en cuanto a lo de la escasez de borrascas en el Golfo de Cádiz es cierto que se hacen de rogar en los últimos meses...pero en modo alguno puede decirse que lleva tanto tiempo sin llover tres días seguidos y, en cualquier caso, habría que aclarar que la tremenda diversidad de nuestro clima impide en la mayoría de las ocasiones hacer afirmaciones drásticas. Sin tener que remontarse para nada al mítico 2009-10 podemos acercarnos con la (frágil) memoria hasta el final del invierno y la primavera de 2018 (es decir, menos de 2 años), auténtico derroche de borrascas en casi todas sus formas, con semanas consecutivas de agua (se fulminaron récords mensuales en varias estaciones principales del sur) e ingentes cantidades de nieve en la Penibética, entre otras. Pero es que incluso deberíamos echar mano de la secuencia húmeda vivida hace justo un año, en un otoño que también nos trajo varias tandas de numerosas jornadas consecutivas de agua que casi todo el mundo, incomprensiblemente, ha olvidado.
En medio de esta vorágine posclimática en la que parece que todo está alterado y en la que la memoria meteorológica ha desaparecido por completo...estaría genial que mantuviéramos el buen ánimo a la hora de hacer análisis y comentarios, manteniendo el espíritu curioso, de fascinación e ilusión que siempre ha caracterizado a los apasionados del tiempo y que, tristemente, está hoy en extinción.
Disculpas por el tocho y, si así se considera, se traslada de topic.
Seguiremos atentos
Saludos