La temperatura del agua del mar está cuatro grados más fría de lo normal Ya estamos en verano, aunque cualquiera lo diría. La nueva estación llegó a las 13.28 horas de ayer, después de diez jornadas de precipitaciones, cielos nubosos y frío. Por fin, el sol apretó algo más que en días pasados, aunque tampoco demasiado. El verano, en realidad, sigue sin entrar. Y aunque los cielos azules se impusieron, las temperaturas de madrugada volvieron a ser frías. Sin embargo, lo realmente excepcional es la temperatura del agua del mar. Ayer, en el estreno de la estación estival, el Cantábrico se encontraba a 16,7 grados, un valor propio de los meses de abril y mayo. Hace veintitrés años que la temperatura no era tan baja.
Según datos facilitados por Margarita Martín, directora de la Agencia Estatal de Meteorología en Euskadi, la temperatura del mar, de acuerdo con las mediciones efectuadas por el Aquarium donostiarra, se encontraba hace sólo dos semanas a 20,7º. ¿Qué ha sucedido para que se haya producido semejante caída? La causa no es otra que la irrupción de borrascas del Atlántico Norte que, a su vez, arrastraron masas de aire frío.
El descenso comenzó a experimentarse a partir de los días 5 y 6 de junio. Desde entonces, el Golfo de Vizcaya ha permanecido bajo el influjo de las bajas presiones, cuyas consecuencias más visibles han sido las recientes inundaciones de Asturias, Cantabria y País Vasco.
Fuente: DV (El Diario Vasco)
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