Pues nada compadres, haré primeramente el artículo aquí para el foro, y vosotros juzgáis. Será el que publique en el diario "La voz de Castelldefels" a partir, precisamente, del 23 de Enero ... Justo cuando, parece ser, tendremos este "golpe mortal" de los modelos 

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¿Dónde han estado el frío, la nieve y las lluvias este inicio de invierno?

Esta es quizá una de las preguntas que con mas frecuencia se formula la gente durante, sobre todo, las primeras semanas de este mes de Enero. ¿Dónde está el frío?, ¿y las precipitaciones?. Estas serán una de las preguntas que intentaré responder a continuación. ¿Cuál sería la explicación teórica de esta situación meteorológica que arrastramos durante semanas?. Para averiguarlo, tenemos que echar una ojeada a las capas altas de la troposfera, nivel atmosférico dónde se produce todo el flujo de de vientos que rigen el dinamismo atmosférico. Un ejemplo de esta corriente o flujo, es el denominado frente polar, o "Jet Stream". Son éstos unos vientos que, en nuestras latitudes, soplan, de forma general, de oeste a este, marcando lo que se denomina como circulación zonal.

Esta denominada circulación zonal, es la que ha marcado la pauta y el compás de la situación meteorológica de los primero 19-20 días de este mes de Enero, siendo este flujo de vientos del oeste en altura una barrera contundente a la hora de bloquear cualquier intento de entrada fría, o cualquier inestabilización del tiempo en la Península. ¿Y esto por qué sucede?, pues es bien sencillo. Esta circulación de vientos tan potente de oeste a este marca la divisoria entre el desfiladero de borrascas frías del círculo ártico/atlántico norte (al norte del cinturón), y el cinturón de anticiclones que afecta, entre otros lugares, la Península Ibérica, etc (al sur del cinturón). Si este flujo de oeste a este es muy fuerte y marcado (lo que deominaríamos AO+) lo que sucede es que, el dinamismo atmosférico es prácticamente nulo, y se produce una situación monótona e ininterrumpida durante días e incuso, semanas (como es el caso de este mes de Enero y finales de Diciembre del año pasado). Veamos un mapa de vientos a una altura aproximada de 10 Kilómetros sobre el nivel del mar, en el que se ve perfectamente este flujo de vientos muy potente de oeste a este:



Y, dicho todo esto, ¿cuál es el tiempo esperado en situaciones de marcada situación zonal?, pues, efectivamente: sol, nieblas en zonas profundas y del interior, y temperaturas por encima de la media estadística. Y ésto es lo que ha sucedido en las últimas jornadas (por no decir semanas). Veamos aquí pues, para ejemplificar uno de estos efectos de la circulación zonal, un mapa en el que se denota la desviación térmica a una altitud de 1550 metros, aproximadamente, prevista para la jornada 19 de Enero.



Claramente se puede observar cómo en la península se preveen temperaturas de entre +4 y +10ºC por encima de la media. Y es que, esta situación, no viene de hace dos días. Llevamos prácticamente 10 meses seguidos de temperaturas medias más altas de lo normal, prácticamente ininterrumpidas.

Este artículo lo he escrito el día 15 de Enero, fecha en la que la circulació zonal continuaba siendo potente y fecha en la que la situación meteorológica rebosaba de estabilidad, temperaturas por encima de la media y, en fin, monotonía meteorológica consolidada. Pero esta situación, aún habiendo batido récords de duración y de contundencia, no puede ser eterna. Y ahora, se nos formula una segunda pregunta lógica: ¿de qué manera se puede "romper" esta circulación zonal de oeste a este, y provocar así un cambio drástico de la situación meteorológica?. Esta pregunta, requiere de varias respuestas, pues son algunas las posibles "soluciones" a este problema de sequía prolongada y de temperaturas anormalmente altas para la época. Y una de estas respuestas al problema, es la que denotará el cambio de tiempo que, a partir del día 21-23 de Enero, parece más que evidente y contundente.

Para que este sistema de flujos zonales se "rompa", primeramente, lo que necesitamos es una pieza clave en este escenario atmosférico (ya sea un anticiclón, una borrasca, etc) que ondule este Jet Stream, provocando su inestabilización progresiva. ¿Qué es lo que provoca esta ondulación?, pues, inevitablemente, una mezcla de masas de aire de diferente naturaleza. Por un lado, las masas de aire frías y húmedas procedentes del desfiladero de borrascas del atlántico norte, y por otra parte, masas de aire más cálidas y secas procedentes del cinturón anticiclónico situado en la latitud peninsular. Este sería el principio básico de una inestabilización y dinamización atmosférica creciente. Y precisamente esto, será lo que, muy probablemente, desemboque en un cambio de tiempo drástico a finales de este mes de Enero.

Veamos esta ondulación o "ruptura" de este régimen zonal en el siguiente mapa de vientos pronosticados para el día 22 de Enero, a 10 Kilómetros de altura, aproximadamente:



En este caso concreto, el factor que iniciaría el debilitamiento de esta corriente zonal sería un anticiclón situado "en vertical", enlazando el anticiclón de las Azores con el anticiclón de Groenlandia. Esta situación sinóptica actuaría a modo de puente, entre las masas de aire del polo, y el sur de Europa (dónde nos encontramos nosotros). Como podemos ver en el mapa expuesto, sería precisamente esta corriente polar-continental la que ondularía el Jet Stream zonal, inestabilizándolo e induciendo un cambio de tiempo considerable en nuestras latitudes. Lógicamente, esta situación prevista, a día de hoy (15 de Enero) puede cambiar considerablemente de aquí al día 22-23, dado el número de jornadas que separan este "hipotético acontecimiento" de este estudio realizado. Aún así, las esperanzas de que se "gire la tortilla" de aquí a finales de Enero, están prácticamente garantizadas. Espero así pues, con optimismo, que leáis este artículo en casa, mientras en la calle llueve, o nieve. Eso sí, con mucho más frío que en días anteriores.

Aún así puedo decir que esta monotonía meteorológica, fruto de esta fuerte circulación zonal, no es ningún síntoma del "mediático cambio climático" pues, a menudo se dan estas situaciones en nuestro irregular clima mediterráneo. Este es uno de los factores que caracterizan nuestro clima: la variabilidad y la irregularidad marcadas a lo largo del año. De todos modos, he de denotar, que esta persistencia tan prolongada de la descrita circulación zonal ha marcado récords estadísticos prácticamente históricos. Así como también están marcando récords las anomalías térmicas y la ausencia de nieve en la alta montaña, síntoma inequívoco de que "algo está pasando que no es muy normal". Pero también estamos acostumbrados a los cambios bruscos pues, solo hace falta recordar el mítico Enero-Febrero de 2005, en el que pasamos de temperaturas superiores a los 20ºC a finales de Enero, a temperaturas mínimas de -3ºC en el litoral y nevadas el día 28 de Febrero que enmarcaban nuestra ciudad en una estampa navideña.

Muy acertada exposición y mención especial al último párrafo.

Coincido totalmente... :O*

Muy bien. Divulgativo y preciso a la vez. Estupendo trabajo. Es el artículo que uno esperaría encontrar en cualquier medio de comunicación y que nunca se produce.