El día de Navidad la lluvia engelante sorprendió a los moscovitas. Según informan diversos medios de comunicación locales, este hidrometeoro sembró el lógico caos en las comunicaciones de la ciudad y su entorno, haciendo muy complicada la vida normal de los ciudadanos ante la peligrosidad para desplazarse, aunque fuera andando, por las aceras y calles heladas.

Estas dos imágenes visualizan la situación; una bola decorativa en un árbol de Navidad y los témpanos de hielo en las inmediaciones del aeropuerto de Demodédovo en Moscú.





Debido al peso del hielo en las líneas de media y alta tensión, el suministro eléctrico quedó interrumpido en muchas zonas al partirse los cables por culpa de la lluvia helada, afectando a unas 200.000 personas. Esto provocó a su vez el cierre temporal del aeropuerto moscovita al quedarse dicha instalación sin suministro energía. También se registraron numerosas interrupciones y demoras en la circulación de trenes eléctricos.

Como consecuencia de las numerosas caídas que sufrieron los viandantes, se llegó a recomendar por parte de las autoridades sanitarias locales, no salir a la calle salvo por extrema necesidad para evitar los numerosos traumatismos que se estaban produciendo.

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