En mi opinión se han pasao tres pueblos los yankis estos, pero bueno ahí queda la cosa:
Esto es un artículo aparecido en el Diario Sur:
http://www.diariosur.es/pg040306/prensa/noticias/Portada/200403/06/SUR-POR-329.htmlEl cambio climático, a 30 años vista
El documento dibuja un desastroso escenario hasta 2030 con riadas, tormentas, hambrunas y ciudades bajo las aguas Asegura que esta situación es ajena «a la actividad humana»
ARACELI ACOSTA/MADRID
EFECTOS. Las sequías y las tormentas serán dos de los efectos más acusados del cambio climático. / R. RAHMAN. REUTERS
LOS EFECTOS
Año 2005: El informe augura tormentas y tifones en islas cercanas a Nueva Zelanda.
Año 2007: Violentas tormentas destrozarán las barreras costeras haciendo de muchas partes de Holanda lugares inhabitables, entre ellos La Haya. En California, fallos en los diques de las islas que se encuentran en el delta del río Sacramento, crearán un mar interior rompiendo el sistema de acueductos que transporta el agua de norte a sur.
De 2010 a 2020: Europa sufrirá el fuerte impacto del cambio climático por un descenso de las temperaturas medias anuales hasta llegar a una bajada de tres grados centígrados en diez años. Será entonces cuando el clima en Gran Bretaña se hará más frío y seco con patrones que empezarán a parecerse a los de Siberia.
Importantes ciudades de Europa bajo las aguas; Gran Bretaña convertida en una nueva Siberia; guerras del agua en el Nilo, el Danubio y el Amazonas; Bangladesh se torna inhabitable... Este es el aterrador panorama de aquí a 2030 atribuible al cambio climático que se recoge en un informe del Pentágono. A pesar de que la Administración Bush ha intentando en los últimos años negar o, en el mejor de los casos, minimizar el efecto que las actividades humanas ejercen sobre el calentamiento global del planeta, un informe del Pentágono advierte de que el cambio climático tendrá consecuencias en la seguridad nacional de Estados Unidos.
Pocas semanas después de que más de sesenta investigadores estadounidenses -entre ellos, veinte premios Nobel- suscribieran un documento en el que acusaban al presidente Bush de distorsionar sistemáticamente los hechos científicos para justificar sus objetivos políticos, entre las que se citaba expresamente los efectos del cambio climático, se ha hecho público un informe, encargado a dos consultores por el influyente asesor de Defensa del Pentágono Andrew W. Marshall, en el que se ofrece una visión más que catastrofista de los efectos del cambio climático.
Ni los más reputados científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático se han atrevido a realizar proyecciones del comportamiento del clima anteriores a 2050, y eso a partir de cuatro posibles escenarios, pero el estudio del Pentágono habla de efectos inminentes y muy concretos. Así, para el próximo año se asegura que fuertes tormentas y tifones ocasionarán riadas e inundaciones en islas como Tarawa y Tuvalu, cerca de Nueva Zelanda.
Preludio del apocalipsis
Los autores de este preludio del apocalipsis son Peter Schwartz, consultor de la CIA y ex directivo de Shell, y Doug Randall, miembro de Global Business Network, organización también cercana a la industria petrolera. El informe, por tanto, no dedica ni una sola línea a la quema de combustibles fósiles como causa principal del calentamiento global del planeta.
Muy al contrario, el escenario dibujado por estos consultores se basa, según se explica en el informe, en un episodio climático de hace 8.200 años, cuando el colapso de la circulación oceánica provocó un extenso periodo de calentamiento, «muy parecido a la fase que nos parece estamos viviendo ahora», que fue seguido de un repentino enfriamiento. Es decir, se trata de un episodio natural y cíclico «cuyos inevitables efectos son indiferentes a la actividad humana».
En el informe se reconoce que «ni los más sofisticados modelos pueden predecir los detalles de cómo se va a desarrollar el cambio climático, qué regiones se verán afectadas y de qué forma, y cómo los gobiernos y las sociedades deben responder». No obstante, explican los autores, «parece que hay un acuerdo general en la comunidad científica de que un caso extremo como el que describimos es plausible», aunque también reconocen que muchos científicos han rechazado ese escenario.
Su contestación a los escépticos es simple: «La Historia nos dice que a veces los casos extremos ocurren». Y es que su objetivo -dicen- no es otro que «imaginar lo inconcebible y poder entender mejor las potenciales implicaciones para la seguridad nacional de Estados Unidos». Un escenario que también servirá al resto del mundo.
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