Subiendo un día por la pista que sube a Pilones, poco más y me mato, suerte que iba con el todo terreno, se me cruzó un "macho cabrío montés" con más perilla que un legionario y unos cuernacos retorcidos, pese a todo fue una imagen preciosa ver un bicharraco tan cerca, y sobre todo los grandes saltos que pegaba, una vez ya cruzado el camino.