Una bonita flor, la de la
rosa silvestre (rosa canina), también conocida como agavanzo o sobre todo por mi zona como
escaramujo. Esta planta mediterránea se trata de un arbusto espinoso y perenne de la familia de las rosáceas. La bibliografía comenta que el nombre proviene por la forma de los aguijones o espinas, que es similar a los colmillos de los perros.
Su fruto, el escaramujo, es botánicamente conocido como cinorrodón, que es una transcripción de una palabra compuesta de origen griego (kion + rhodon), que significa rosal perruno.
El arbusto mide hasta 2 m de altura con tallos colgantes de color verde cubiertos de espinas pequeñas, fuertes y curvas. Las hojas están compuestas de 5 a 7 foliolos dentados ovales.
Las flores, solitarias o agrupadas en corimbos, son color rosa pálido o blancas, de 4 a 6 cm de diámetro con cinco pétalos, y maduran en una fruta oval color rojo fuerte, de tipo cinorrodon, de un tamaño entre 1.5 y 2 cm llamada escaramujo.
El fruto destaca por su alto contenido de vitamina C (aunque también contiene carotenoides y Vitamina P y por ser usada para hacer mermelada y té.
Florece de mayo a julio y produce frutos al final del verano o principios de otoño.
Las imágenes siguientes las tomé en junio de 2.006, en la ascensión al Peñón de Ronda, en la Reserva Mundial de la biosfera de la Sierra de las Nieves, junto a un bosquete de pinsapos.