Algunas de las joyas de Doña PaquitaCala Chicré.

Cala de la Media Luna.

Playa de Monsul.

Cala Palmito.

Cala del Príncipe.

Playa de los Genoveses.

---------------------------------------------------------------------
Doña Paquita abre su casona para agradecer el título de Hija Predilecta(texto de Manuel León de La Voz de Almería)
Bajó las escaleras de roble como la reina de la casa, como una hidalga de las de antes, como una
duquesa de alba almeriense. Casi un siglo de vida ha desfilado bajo sus párpados ya ajados por el tiempo. Vestía la fragil mujer de verde botella y olía a Madera de Oriente, mientras los familiares la paseaban como a una reliquia por la estancia, perseguida por una nube de fotógrafos.
Francisca Díaz Torres (Morella, Castellón, 1911), la dueña de la
casa vasca de la Plaza Circular, la propietaria del jardín mas lujurioso de Almería en pleno
kilometro cero de la capital, abrió ayer (miercoles 24) por primera vez las puertas de su mansión a los informadores para expresar sus sentimientos tras ser distinguida como Hija Predilecta de Andalucía. Un título que recogerá en persona, de manos del Presidente Griñán, el próximo domingo a la vera de La Giralda, "aunque parará primero en Antequera para comprar molletes", matiza su sobrino y presidente del emporio familiar, Cesar Diaz. Es un reconocimiento del Gobierno de la Comunidad a su especial sensibilidad para preservar los terrenos de su propiedad en Cabo de Gata (17 kms de costa en pleno corazón del Parque) de la especulación urbanística.
Hija de magistrado y almeriense de pura cepa, Francisca Díaz, Doña Paquita, con las uñas pintadas y permanente de peluquería, se vió desbordada por la visita: "¡cuanta gente ha venido hoy a verme!", "¡sacadme guapa, eh!". Le brillaban los ojos de alegría y se atrevio a acariciar el piano, su piano, en la sala de música donde solia pasar las tardes ensayando alguna melodía. La casa sigue estando igual que cuando la diseñara el arquitecto Guillermo Langle unos años antes de la Guerra Civil. En las paredes reposan los retratos de los antepasados con monóculos y arañas de cristal de Bohemia cuelgan del techo. Hay sillas versallescas en los rincones, espejos bañados en oro, muebles de caoba, cortinas de raso aislando las estancias, y en la repisa de la chimenea el incensiario regalo del Caudillo.
En el jardín interior verdean gladiolos y pinsapos, frente a un gran álamo que mira al antiguo Banco de España y un columpio de los de
Heidi. Títulos de propiedad de fincas en San José junto al hierro de una ganadería que data de 1887 y un retrato a espátula de la señora de la casa vestida de cazadora con rifle, galgo y El Romeral en lontananza.
Un carillón da los cuartos, y en la mesa del comedor la anfitriona ha dispuesto leche, café y repostería variada. Hay porcelana fina en los chineros y grandes ventanales por donde entra el sol a raudales. El jardín exterior se alegra con rosales, margaritas y boinillas japonesas.
La casa, cedida al Ayuntamiento para uso cultural desde 1984 una vez fallezca la propietaría, es un capricho en el epicentro de la ciudad. Desde sus ventanales ha visto pasar la vida Doña Paquita, escuchando boleros con una taza de té en la mano, mirando la Plaza de Emilio Pérez.
Las mil y una noches.Fue, y es aún, una casa de ensueño, de las mil y una noches de Sherezade, que esconde inumerables historias: en la primera planta aún se conserva la cama y las sábanas de Holanda donde durmió Franco con Carmen Polo en su primera visita a Almería; alli organizaban Francisca Díaz y su esposo, José Gonzalez Egea, grandes fiestas amenizadas con la música de Frank Sinatra, en las que retozaba la clase adinerada de Almería; se celebraban las puestas de largo y pedidas de mano de las familias más lustrosas de Almería, en las que el alcalde Pérez Manzuco solía entrar al salón noble montado en moto y escoltado por el Gobernador Urbina Carrera; bailes de disfraces y memorables fiestas de fin de año, donde rezumaba el olor a coñac entre vestidos de miriñaques y corbatas de Paris; allí pernoctó algun obispo en alcoba reservada y retrete dorado; y en la cochera hubo carruajes y algun Rolls color humo.
El caserío cuenta con dos plantas y un sótano sobre un solar de 1.800 metros cuadrados y tiene nivel de protección dos, que obliga a conservar su fachada. Allí lleva mas de 60 años Doña Paquita tomando el té de las cinco, viendo Almería pasar.
--------------------------------------------------------------------
Una de las fortunas con mas lustre de Almería.La Casa Vasca de la Plaza Circular fue construida en 1934 por el acaudaldo industrial y banquero Antonio Gonzalez Egea, suegro de Francisca Díaz, en un privilegiado solar herencia de su padre José Gonzalez Canet, senador y propietario de la plaza de toros (en sociedad con Felipe Vilches, primer marido de su nuera, Josefa Montoya) y del Teatro Apolo de la capital.
Los Gonzalez eran originarios de Canjayar y representaron la ascensión económica de algunos propietarios de parrales afortunados, que se trasladaron al puerto de Almería para dedicarse al negocio uvero a gran escala. Eran comerciantes sin tradición en otras actividades de exportacion y que, a diferencia de otros como Spencer y Roda, o Barrón y Cia, se van a dedicar exclusivamente a la uva de embarque. Gonzalez Egea, un potentado exportador de uva, habia aprovechado la céntrica finca años antes para instalar unas pistas de tenis, donde jugaban sus hijos José y Carmen Gonzalez Montoya, que habian adquirido la afición durante su estancia en colegios ingleses. Era la época del Lawn Tennis Club de Almería, que habia germinado gracias a la influencia britanica de los cónsules extranjeros, al que se sumó lo mas granado de la burguesia local. Gente rica y menesterosa como los Bulmer, Casinello, Roda Spencer o Romero.
El fundador de la saga, José Gonzalez Canet fue notable político. Ascendió poco a poco desde su peldaño de concejal a alcalde Almería y senador por la provincia. Era a principios de siglo el principal contribuyente por fincas rústicas y úrbanas de Almería con posesiones en el Pago del Perú, la Haza de Acosta, la Calzada de Castro y el barrio de Los Molinos de Viento. En la provincia contaba con un patrimonio inigualable con propiedades en Vicar, Dalías, Enix, Huercal, Gádor, Ragol, Illar, Ohanes y Abla. Poseia una flota de barcos, ganados, frutos y una colección de joyas. En 1902 se segrego una parte del predio situado junto a la Plaza Circular, que fue adquirido por el Banco de España para ubicar su sucursal en Almería por 23.595 pesetas de las de principio de siglo.
Gonzalez Egea, que habia sido dos veces alcalde de Almería, solia ir de veraneo con su familia a Biarritz y cuentan que quedo encantado con la arquitectura colonial de la zona y el uso generoso de la madera. Desmontó las pistas de tenis y aprovechó el solar herencia de su padre para edificar la casa mas singular de Almería, tierra donde los ricos se construian extensos cortijos de recios muros y cal viva, pero no mansiones como los indianos que volvian a Asturias, Cantabria y Vascongadas.
Pero en la casona nunca llegó a vivir su constructor. La estrenó su hijo, José Gonzalez Montoya, recien casado con Francisca Díaz, que murió en 1976 si. hijos.
---------------------------------------------------------------------
Referencia al asunto en la web de la Consejeria de Medio Ambiente de la Junta de AndalucíaLa Junta de Andalucía ha distinguido hoy a Francisca Díaz Torres como Hija Predilecta de Andalucía, en un acto celebrado en Sevilla con motivo del Día de Andalucía y presidido por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. La distinción reconoce la labor de esta almeriense en la protección del medio ambiente en el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar.
Francisca Díaz Torres, conocida como ‘Doña Paquita`, nació en 1911 y es la propietaria de la finca ‘El Romeral`, situada en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería). Primero junto a su marido, José González Montoya, y en solitario tras el fallecimiento de éste en 1976, Francisca Díaz ha dirigido y asegurado la conservación del que hoy es el paraje más emblemático y visitado del Parque Natural, en torno a la Bahía de San José. Su empeño en la gestión sostenible de esta finca de 3.300 hectáreas frente a las presiones urbanísticas ha sido fundamental para el mantenimiento de los valores ecológicos del Cabo de Gata.
Cuando en los años 60 se intentó hacer atravesar por su finca la Autovía del Mediterráneo, el matrimonio González Díaz inició la urbanización ordenada del paraje más desolado de la zona, San José, imponiendo a las ventas limitaciones de edificabilidad y condiciones de protección ambiental. Desde entonces, a través de sus empresas, Francisca Díaz ha impulsado este enclave un urbanismo sostenible, respetuoso con el espacio y ejemplar en cuanto al uso de tipologías constructivas acordes con el entorno.
Dedicada tradicionalmente a la producción cerealista y ganadera, la finca 'El Romeral' ha acogido a lo largo de su historia proyectos innovadores como la apertura de una fábrica de cuerda de crin vegetal y la creación de una reserva de riego para alimentación del ganado. En los últimos diez años se han invertido más de nueve millones de euros en la rehabilitación y puesta en valor de antiguas edificaciones de valor histórico y etnográfico. Actualmente, a través de una empresa creada por ella y gestionada por sus familiares, Francisca Díaz impulsa iniciativas para orientar la reconversión de la finca hacia una oferta turística integrada con las formas de vida tradicionales y la cultura del entorno.
El compromiso de Francisca Díaz con los principios de la sostenibilidad ha obtenido, entre otros reconocimientos, la declaración de ‘El Romeral' como finca ecológica; la designación de su empresa como la primera que obtuvo la marca Parque Natural de Andalucía en su modalidad Turismo de Naturaleza, y el diploma concedido por la Consejería de Medio Ambiente por su papel en la conservación del Parque Natural.
----------------------------------------------------------------------
¡¡UN BESO, ABUELA!!...
http://www.parquenatural.com/http://www.cabogata.com/http://www.degata.com/http://www.ideal.es/