Ya estamos de vuelta del infierno. ¡Quién lo diría!
Ayer soplaba fuerte el viento del NE en el interior de La Coruña mientras en la capital sólo había una ligera brisa. La nube al sur estaba más clara y tendida. Al NE la cosa seguía ardiendo más o menos lo mismo...

Señores, está claro que como a quí no se invierta más dinero en montes no hay nada que hacer.
Los incendios de Galicia son algo extraordinario que está claro tiene unas connotaciones políticas o mafiosas o politico-mafiosas, a lo que se suma gustósamente el loco de turno dada la repercusión mediática que la cosa alcanzó tras unos días de funcionar la interminable pira.

La cuestión es que todos los años arde una ingente cantidad de hectáreas que podría ser reducidas muy sustanciosamente con una política preventiva y de aprovechamiento del monte. De modo que se creen empleos y los lugareños se conciencien-impliquen y beneficien de la explotación de sus bosques.
Los montes hay que trabajarlos todo el año. La batalla a los incendios se gana antes del verano manteniendo limpias las masa forestales, las cunetas... Hay que implicar/concienciar no sólo con castigos ejemplarizantes sino también haciendo ver que el monte es de todos y que hay que cuidarlo, porque es una fuente de beneficios de todo tipo. Han de tener muy presente que sin masas arbóreas la suerte del futuro de generaciones venideras está echada hacia la ruina no sólo paisajística/turística, sino a constante sequía y a una imparable desertización.

Hay que implicar a los ayuntamientos, a la ciudadanía en general.
Hay que incrementar y coordinar con eficacia todos los medios del Estado.
Hay que invertir más e implicar más a la gente en el cuidado y la prevención, vigilancia y reforestación, sólo así tendremos una política coherente con la defensa del medio ambiente lo demás son poses para la prensa, lamentos y gaitas destempladas.
