Yo pienso -seguramente estaré en un error- que lo que hace durar a esos ventisqueros de Cebollera son varios factores:
1. La importante acumulación de nieve, tanto por precipitación directa como por arrastres del viento, aunque en Urbión los años con fuerte predominio de temporales atlánticos (como el pasado) el espesor de nieve es mayor.
2. La umbría producida por los hoyos glaciares, aunque tanto en el Moncayo, como en La Demanda, como en Neila y, por supuesto, en Urbión hay sombríos tanto o más fuertes que los existentes en Cebollera. Además, dichas umbrías están más altas que en esta sierra.
3. Y quizá el más importante: la facilidad con que a Cebollera -bien abierta al norte- le llegan los estratos cantábricos y con ellos el frío, aún en pleno verano. Esto es muy notable y proporciona muchos días frescos durante julio y agosto, en los que la insolación es baja (son frecuentes las nieblas) de modo que la nieve funde poco. Fijaros en los valores de temperatura máxima que da Pajares los días con viento norte, cuanto muchas veces no pasa de 14 ó 15ºC.
Como bien dices, amigo Ventrosa, son cosas a estudiar con más detalle. A mi, personalmente, es un asunto que me interesa bastante, ya que algunas de las especies con las que trabajo están notablemente influidas por éste y otros fenómenos, directamente conectados con el tan cacareado "cambio climático"...
El año que viene más y mejor...