No es un acontecimiento excepcional, de hecho hay muchas reseñas de lluvias de peces, ranas y otros pequeños seres vivos o incluso objetos, propios de grandes tormentas capaces de generar tornados que pueden absorber grandes cantidades de agua de los lagos o del mar.
En este enlace podéis ver la noticia al respecto.En este caso ha sucedido en un pequeño pueblo de Australia, Lajamanu, en la frontera del desierto de Tanami
Las percas cayeron sin tregua sobre las cabezas de los ciudadanos que corrieron a sus casas para protegerse. Los meteorólogos señalan que el incidente fue causado probablemente por un tornado.
Según explica el diario británico Daily Mail en su edición online, ésta no es la primera vez que llueven peces sobre el pueblecido de Lajamanu, habitado por 650 habitantes pues en la década de los 80 ocurrió algo similar.
Alguno de ellos llenó un cubo con los peces que cayeron del cielo y muchos tomaron fotografías. Según los residentes, los peces estaban vivos cuando se les vinieron encima, así que hay que suponer que vivieron una increíble experiencia cuando cruzaron el cielo.
En la bibliografía meteorológica hay una larga lista de historias de objetos extraños que caen del cielo. Desde el siglo I, cuando Plinio el Viejo escribió sobre una tormenta de ranas y peces. O por ejemplo en 1.969, cuando bolas de golf cayeron del cielo en Punta Gorda (Florida) y una década después llovieron mirlos y palomas durante dos días en San Luis Obispo (California). O en 1794, cuando soldados franceses informaron de una lluvia de sapos cerca de Lille y en 1940 un tornado en Rusia trajo una colección de monedas del siglo XVI.