La misma tormenta llegó al Pirineo de Lleida. Descargaron 69 mm en una aldea del Pallars, y cantidades de 20 a 50 mm en numerosos observatorios. Lo más destacable fue la tormenta de pedrisco en la parte baja de la Vall Fosca: huevos de gallina. Destrozo general y total de tejados de uralita y tejas comunes; coches directamente siniestro total; incluso algún tejado de pizarra resultó con losas quebradas.