Bueno, por fin puedo subir las fotos de mi caza por la zona del Jiloca - Teruel del pasado domingo 26 de junio.
Llegué poco después de las 15 horas a Teruel capital, y viendo que el meneo a esas horas era escaso y se reproducía al norte de la capi, decidí buscar una llanura elevada que me permitiera tener un buen punto de visión para observar la evolución de la línea de convergencia sobre la cual se estaba desarrollando la convección y que a la postre daría el resultado de un gran arco de tormentas con varias células muy potentes.
Mientras aparcaba el Jeep justo al sur del aeropuerto, llegó un coche alquilado con dos chavalas con rasgos asiáticos; conversé un rato con ellas en inglés, aunque creo que no dominaban mucho el idioma, y se sorprendieron mucho cuando les dije que era cazatormentas y que estaba allí esperando a que se desarrollaran las fuertes tormentas que se esperaban. Resulta que eran de Taiwán, a 24 horas de vuelo. Ellas haciendo fotos de los sembrados de trigo color oro, y yo haciendo fotos de los desarrollos y subiéndolas a Twitter.
Al final, las chicas se marcharon, y yo me pegué un buen rato, siguiendo los tuits de AEMET_Aragon y actualizando una y otra vez el radar de Zaragoza. Me estaba poniendo nervioso porque pasaban los minutos, y la convección no terminaba de explotar. Un par de pepinos lo hacían cerca de Molina de Aragón y no me estaba gustando nada. Pensaba que me iba a tener que volver a casa sin nada, después de más de 400 km. Pero de pronto, la convección explotó a lo bestia.
De hecho fue una de las células que crecía cercana a Molina de Aragón la primera en explotar y luego lo irían haciendo otras más al este.
Rápidamente el sistema de tormentas comenzó a generar espectaculares bases libres de precipitación. A simple vista estaban generando unos jirones que, a algunas partes de estas bases, parecía dotarlas de rotación con ascendencias. Luego el timelapse con la gopro revelará que las rotaciones eran caóticas y que no estaban ligadas aparentemente a ningún mesociclón.
Sin embargo, como digo, a simple vista, algunas partes del sistema de tormentas tenía una apariencia tremendamente sospechosa, con apariencia de mesociclón:
Densas cortinas de precipitación comenzaban a descolgarse rápidamente por detrás. Sin duda, llevaban granizo gordo, así que me dispuse a localizar con rapidez posibles guaridas en las que salvar al Jeep del granizo.
Una vez localizadas vías de guarida y escape, aguanté hasta el último momento, haciendo fotos y timelapse mientras el monstruo se acercaba de forma inexorable. Quizás tendría que haber reculado hacia Teruel, aunque no me fiaba de cómo podría refugiarme en caso de granizo severo, y no quise arriesgar.
El seguimiento que pude hacer en Twitter con varios tuiteros, algunos de la casa, fue magnífico y apasionante. Fue una gran caza.