Cada vez que despedimos el mes de marzo, no podemos evitar recordar aquél 31 de marzo de 2002 (domingo de Semana Santa), quizás con el fenómeno meteorológico más llamativo y destructivo, con la lamentable pérdida de 8 personas
https://eldia.es/tenerife/2019-03-31/5-dia-hundio-capital.htmEl día que se hundió la capitalTal día como hoy hace 17 años, la capital tinerfeña -y parte de La Laguna- sufrió la mayor riada de su historia, que se llevó la vida de ocho personas y causó múltiples daños en viviendas.O. González/J. Rodríguez 31/mar/19 6:38 AM Edición impresa
H ay días que, por más que pase el tiempo, siempre quedan en el recuerdo. En este caso, en el recuerdo malo. El 31 de marzo es una de esas fechas que quedarán grabadas en la memoria colectiva de una ciudad poco acostumbrada a las tragedias.
Tal día como hoy, hace diecisiete años, el cielo plomizo de media tarde quiso que la capital tinerfeña -y parte de La Laguna- fueran los receptores de una de las mayores trombas de agua que se recuerdan en la Isla. Por precisar el dato, 224 litros por metro cuadrado entre las 15:00 y las 20:00 horas, con algunos intervalos que apenas dieron tregua para asumir el desastre.
Poco o nada se podía intuir de lo que ocurriría después cuando, a las 12:00 horas de ese mismo día, lucía un sol radiante en la capital. Menos aún en una tierra en la que llover de esa manera no es habitual. Ni siquiera las previsiones meteorológicas que se habían emitido para esa jornada hacían prever un fenómeno que, desde ese día, quedó grabado a fuego en la memoria de los vecinos de la capital: la gota fría (técnicamente depresión aislada en niveles altos, DANA).
Las consecuencias de tal cúmulo de fenómenos -mucha agua, infraestructuras no adaptadas, confianza de la gente-, como ya son conocidas, fueron ocho personas fallecidas, casi un centenar de viviendas afectadas, sobre todo en barrios como Valleseco, San Andrés y La Alegría y un sinfín de incidencias en otro tipo de infraestructuras.
En definitiva, una tragedia que no solo cambió los protocolos de actuación en determinados ámbitos municipales, sino que aceleró la conciencia colectiva frente a un fenómeno nunca antes sufrido en Santa Cruz y alrededores y forzó a las administraciones a actuar con rapidez para mejorar infraestructuras básicas en barrancos y vías de la capital y de La Laguna.
"La gente sigue teniendo miedo; esperamos que no llueva de esa manera otra vez". Es el resumen que hacía una vecina hace unos años y que refleja con claridad que, por mucho tiempo que transcurra, cuando el cielo se oscurece sobre Santa Cruz el recuerdo de la tragedia siempre regresa.
El alcalde, José Manuel Bermúdez, dijo que "mi primer recuerdo cada vez que nos aproximamos al 31 de marzo se centra en los vecinos que perdieron la vida en aquellas horas desgraciadas. En ellos y en sus familias, porque padecieron las consecuencias de una de las peores tragedias sufridas en la historia de nuestro municipio".
Fue un hecho que "nos hizo ver la fuerza de los fenómenos meteorológicos cuando se manifiestan con una magnitud tan descomunal. Algo que hoy en día observamos prácticamente en todos los rincones de la tierra, con la acentuación del cambio climático".
Pero aquella tromba de agua "también puso de manifiesto la demostrada capacidad de resistencia del pueblo santacrucero ante la adversidad, evidenciada en otros instantes de su historia, en episodios de todo tipo. La respuesta solidaria de la población y los efectivos de tantos cuerpos de seguridad y protección civil a la llamada de auxilio, igual que el civismo y la abnegación de los vecinos, nos llena de orgullo".
Asegura que en esa línea de respuesta, "durante el tiempo transcurrido se ha revisado y actualizado el Plan Municipal de Emergencias, con la aplicación de directrices básicas en materia de resiliencia, y la renovación de recursos personales y materiales para su gestión".
En cuanto a infraestructuras, solo durante los últimos ocho años "se ha invertido alrededor de 60 millones en medio centenar de obras para reforzar la seguridad en barrancos y mejorar los sistemas de pluviales, en cooperación con el Cabildo".
https://eldia.es/2002-04-01/actualidad/actualidad1.htmTRAGEDIA en Santa CruzAl menos cinco personas murieron ayer, cuatro en Santa Cruz de Tenerife y una en La Laguna, a consecuencia de las lluvias torrenciales que asolaron durante la tarde la Capital y sus alrededores, dejando la zona incomunicada. No se recuerda nada parecido.
1/abr/02 22:13 PM Edición impresa
Un fenómeno de gota fría dejó caer sobre la Capital, el barrio pesquero de San Andrés y, en menor medida, La Laguna, cientos de litros en unas pocas horas, a partir de las tres de la tarde, formando trombas de agua que arrastraron coches y personas, algunas de las cuales fueron rescatadas por los bomberos, y hasta derribaron árboles. Las entradas a la Ciudad por las dos autopistas fueron cerradas por la Policía Local para no aumentar el caos circulatorio, los teléfonos dejaron de funcionar, el fluido eléctrico se cortó y durante algunas horas el pánico se apoderó de muchas personas que vieron peligrar sus casas y hasta sus vidas sin poder pedir auxilio a los bomberos. Mientras, miles de santacruceros no pudieron regresar a sus casas y se quedaron en los alrededores, a la espera de que se despejaran las carreteras.
Los meteorólogos no recuerdan nada igual. Fue un diluvio, cuya virulencia, acompañada en ciertos momentos de aparato eléctrico, sólo se explica por un fenómeno de gota fría, aunque éste no había sido predicho, los meteorólogos sabían que podía llover fuerte. Se echó mano, incluso, del Ejército.
Recordamos el reportaje emitido por Antena 3 Canarias en su XV aniversario, y que sigue sin perder actualidad