Es muy importante para practicar todo tipo de deportes, el hacerlo con el material adecuado. En el caso del montañismo y del senderismo, más aún. Podemos pasarlo muy mal si no vamos equipados adecuadamente.
Cuando hablo de montañismo, no me refiero al alpinismo, esto son ya palabras mayores, y nosotros no lo practicamos, si no a subir montañas de un nivel medio, hasta tres mil metros, o poco más, con no demasiada dificultad y que no precisen de escalada o grandes trepadas.
Algo fundamental, es el calzado. Una buenas botas, que no sean pesadas, pero al mismo tiempo resistentes, y flexibles, pero no en exceso. Que se ajusten bien al pie para no provocar rozaduras. Los calcetines, de buena calidad, sin costuras, o si las tienen, que estas estén situadas en la puntera. La combinación de ambos elementos, nos pueden evitar serios problemas en ruta, ampollas y rozaduras siempre molestas, y que pueden ser la causa de abortar una ruta.
Pantalones, camisas, y camisetas también hemos de procurar que sean de calidad. Hoy en día disponemos de tejidos que acompañan a llevar bien una ruta. En camisetas disponemos de tejidos transpirables que hacen que el cuerpo no esté empapado con el sudor. Las prendas de algodón van pasando a la historia. Los pantalones han de molestar lo menos posible y procurar que no nos rocen en la ingle, sería una molestia para caminar. Para el frío, hay camisas y camisetas con tejidos apropiados para aislarnos de las bajas temperaturas, así como polares y chaquetones. Estos se han de procurar que estén fabricados con tejidos preparados para abrigar y que sean transpirables. En rutas largas, conviene llevar ropa de repuesto. Llevad siempre un calzado ligero para cambiaros al final de cada ruta. Vuestros pies os lo agradecerán.
Una buena mochila no está de más. Procurad que tenga rejilla, o “tacos” que la separen de la espalda para que esta no acumule sudor. A cada tipo de ruta, su mochila. Para una ruta corta, es inútil llevar una mochila grande. Para rutas de un día, basta con una mochila de entre 25 y cuarenta litros. Nunca ha de faltar en la mochila agua, fruta y la comida que necesitemos. Procurar llevar algo de comida energética, chocolate, frutos secos, barritas. En caso de agotamiento, nos ayudarán a recuperarnos más rápidamente. Un pequeño botiquín. Un silbato. En cualquier época del año, crema de protección solar y protección labial. Cuando haya riesgo de lluvia, un poncho o impermeable. Con las nuevas tecnologías, un teléfono móvil se hace necesario. Una manta térmica de aluminio, no sobra en la mochila. Casi obligatorio llevar siempre la cabeza cubierta. En verano con una gorra, aunque preferiblemente sombrero de ala ancha, y en invierno un gorro de lana. En verano nos evitaremos insolaciones, y en invierno perder calor. Uno de los puntos por donde el cuerpo pierde más calor, es la cabeza. Unos guantes no sobran en esta época del año.
Es norma de obligado cumplimiento el hidratarse y el alimentarse bien en ruta. Por nosotros, y por nuestros compañeros. Hemos de evitar ser una carga para ellos. Si se va en grupo, no perderlo nunca de vista. El calzado, siempre bien ajustado y atado. Un pisotón en un cordón puede causar un grave accidente. Si paras durante la ruta, avisa a alguien del grupo, y si puede ser, que alguien te espere. Saber el límite de cada uno, y no forzarlo nunca. No te distraigas cuando estés caminando. Párate siempre para disfrutar de las vistas. No lo hagas andando. El retirarse a tiempo, es siempre una sabia decisión. No vayamos de “machotes”, es poco inteligente. Respetar siempre el medio ambiente. Hoy lo estamos disfrutando nosotros, pero hemos de procurar que también lo disfruten nuestros nietos. Si vamos adelantados al grupo, parar siempre en las bifurcaciones y cruces a esperar al resto del grupo. Además, de este modo, descansamos un poco. El llevar las uñas de los pies cortas, al menos de dos días antes de la ruta, puede evitar problemas en los dedos. En las cuestas pronunciadas, subir en zig-zag y bajar despacio y del mismo modo. Nunca corriendo. Recuerda, no queremos ser una carga para nuestros compañeros. Tener siempre en cuenta el clima que tendremos y equiparnos adecuadamente. En caso de tormenta, buscar el refugio adecuado y abandonar la ruta lo antes posible. En caso de tormentas con posible caída de rayos, abandonar todo aquello que suponga un riesgo de atracción de rayos, materiales metálicos. Los teléfonos móviles, siempre apagados. No refugiarse nunca bajo un árbol, y de hacerlo en una oquedad, que sea amplia y que por lo menos tenga un metro de altura sobre nuestras cabezas. Si no permite estar de pie con esa altura de seguridad, hacedlo en cuclillas, nunca sentados o tumbados, la suela del calzado nos aislará del contacto físico con el suelo. Si fuese necesario, nos situaríamos encima de la mochila.
Bastones de senderismo. Ayudan mucho al caminar y nos ahorran esfuerzo si los usamos bien. Fundamental que se puedan recoger en si mismos. Una linterna, o frontal con pilas de reserva, tampoco sobran si hubiese riesgo de anochecida durante la ruta.
Procurar no salir solos al campo, o si lo hacemos, no cometer tonterías y pensar mucho antes de pasar por un lugar con riesgos de accidente. Por supuesto, siempre dejar dicho donde vamos y no variar la ruta prevista.
No te sobrevalores. Acude a aquellas rutas que sean aptas a tu nivel físico. No te creas un “machote”, y adecua un ritmo de marcha a tu alcance. Un sobreesfuerzo, puede ocasionar que abandones la ruta, o trastoques los planes del resto del grupo. Es más fácil adaptarse al ritmo del más lento, que este se adapte al de los más rápidos. Cada cierto tiempo, y antes del agotamiento, descansa unos minutos, y disfruta del entorno. Recuerda que el final de la ruta no está en el objetivo a alcanzar, si no en el regreso al punto de partida.
En montaña, puede ocurrir un inesperado cambio del clima, ante esto, hay que valorar las circunstancias y tomar la decisión correcta. Ante el riesgo de tormenta, siempre abortar la ruta. Esta es la decisión correcta. No salir en “estampida”. Buscar siempre la protección del grupo. En esas circunstancias, nuestros compañeros, son el mejor refugio y apoyo.
En el campo, monte y montaña, la solidaridad es fundamental. Siempre hay que prestar ayuda a quien lo necesite. Agua, alimento y ayuda, nunca se han de negar. Aunque suponga el abandono de la ruta. Estamos obligados a ello.
Respeta los cursos de agua. No viertas en ellos aceites, jabones, y/o cualquier otro producto contaminante. No alteres el curso de los cauces, con ningún tipo de obstáculo.
Si por fuerza mayor, tienes que hacer fuego, no lo hagas nunca en lugares con riesgo de incendio, y siempre controlando este elemento. No te apartes nunca del fuego y ten siempre a mano medios para apagarlo. Cuando abandones el lugar, no lo hagas sin que el fuego esté totalmente apagado.
Usa siempre los caminos y senderos habilitados. Los atajos solo sirven para deteriorar el terreno.
Cuida siempre del entorno. La fauna y la flora, son el legado que hemos de dejar a nuestros nietos .No arranques nunca flores del campo. Del mismo modo que tú las has visto, deja que otros tengan la misma oportunidad.
La Naturaleza no es un taller. Nunca repares por capricho el automóvil en el campo. Ni hagas labores de mantenimiento en el mismo.
Los vehículos de motor son para la carretera. Solo los autorizados para ello, deben circulara por el monte. No rompas la paz ambiental, con ruidos ajenos a la naturaleza. Disfruta de sus sonidos. Procura tener siempre unos minutos de silencio y apreciar los sonidos del campo. Ello te relajará y disfrutarás más aún del contacto con la Madre Naturaleza. No arrojes nunca piedras en la montaña. Especialmente en laderas, gargantas, desfiladeros, cortados, etc.
Respeta los modos de vida de los lugareños. Intégrate en ellos cuando estés en su hábitat.
Si acampas en la Naturaleza, hazlo del modo más respetuoso con la ella. Las zanjas que se hacen alrededor de la tienda de campaña, no sirven absolutamente para nada.
Deja cerradas las puertas, trancas, verjas, vallas, etc, que te encuentres. De ese modo, evitamos que entren o salgan animales.
Si en la zona hay guardas forestales, decidle por donde vais a estar. Puede ser de gran ayuda en caso de tener problemas. Preguntadle el nombre, y en caso necesario, decirlo a los grupos de rescate que acudan en nuestra ayuda. Él, al tener conocimiento de la zona, y comunicar su nombre a los equipos de auxilio, puede ser la pieza fundamental en nuestro auxilio.
En caso de accidente. Mantener la tranquilidad. Llamar al grupo a los medios de auxilio y localizar el sitio exacto del lugar del accidente. Hacer un reconocimiento a la persona herida, por hubiese heridas ocultas graves, pero sin mover al herido antes de saber si está en condiciones de ser movido. En caso de duda, no moverlo. Acostar al accidentado sobre la espalda, lo más cómodo posible si está congestionado. Elevarle un poco la cabeza. Inclinarle hacia un lado por si vomita. Abrigar al accidentado para que no pierda calor. Hacer esto con mucho cuidado. En caso de lesión en la columna vertebral, no moverlo. La hemorragia y la falta de respiración hay que tratarlo antes que nada. Tranquilizar al accidentado, y sobre todo a los compañeros, calmar los temores del herido. Hay que procurar la máxima tranquilidad en el herido. Mostrar siempre buenas caras y hacer comentarios humorísticos, pero sin exagerar. No dar nunca líquidos a una persona que haya perdido el conocimiento. Podemos provocar un serio problema.
Los perros, por norma, deben ir siempre atados. Han de molestar lo menos posible a los animales del lugar. También por su propia seguridad.
Si salimos a zonas con nieve, no pasar por zonas de riesgo de aludes, informarnos siempre sobre esas zonas. De no conseguir tal información, no nos acercaremos a laderas con mucha inclinación y en horas en las que el sol sea más fuerte. Llevar siempre crampones, por si nos encontramos zonas de hielo o nieve muy dura. Un piolet es obligado en nuestro equipo. Y saber usarlo. Las normas de seguridad se han de extremar al máximo en este medio. Llevar siempre gafas de sol y cremas protectoras. Terminar las rutas con tiempo sobrado, para evitar que la noche nos alcance en la montaña.
Y por supuesto, la basura, en los contenedores, o la llevamos encima hasta depositarla en un lugar adecuado.
Creo que con estos consejos podemos llevar a cabo nuestra afición común sin grandes problemas.
No olvidemos que la jornada termina cuando llegues a casa. Ve con cuidado.
Saludos montañeros.
Tema: Recomendaciones y normas para disfutar en la Naturaleza (Leído 381 veces)