Período tormentoso que se hacía de rogar en el centro y este peninsular, desde el 10 al 12 de junio, lo cual supuso un respiro para los anhelos de episodios tormentosos deseados por muchos de nosotros...
Día 10:
La jornada empezaba a mostrar signos esperanzadores hacia el mediodía, con el desarrollo rapidísimo y poderoso de nubosidad convectiva, como este aparatoso yunque observado desde Campo de Criptana (Ciudad Real) que se alimentaba sobre Montes de Toledo orientales.
La velocidad de desarrollo era pasmosa, a la vez que aparecían nuevos núcleos por los alrededores, coliflores para todos los gustos, como esta divisada desde una atalaya, todavía desde Campo de Criptana. El ímpetu de las poderosísimas corrientes ascendentes en medio de las mas horizontales llanuras...
Justo al oeste divisaba con total claridad una tormenta que iba en serio... en el radar del INM mostró en torno a 54 dbz de reflectividad, descargando sobre el centro-sur de la provincia de Toledo...
El yunque se había enseñoreado de toda la comarca, cubriendo amenazadoramente toda criatura viviente...
Iniciaba en esos instantes un recorrido de persecución, y en brevísimo tiempo una tempestad de polvo y viento fortísimo racheado me envolvió. La conducción se tornó arriesgada ante los impresionantes empujes que embestían al coche
. En torno a la población toledana de Miguel Estéban, la tormenta mostraba esta faz:
Este pequeño pueblo no podía dar crédito a lo que se le venía encima.
Igualmente otras zonas cercanas se vieron afectadas, aquí en las cercanías de El Toboso (Toledo). Esta imagen parece evocar carreteras inhóspitas en territorios saharianos, tremendo.
La adrenalina no paraba de exteriorizarse por cada uno de los poros de mi piel ante tan impresionante espectáculo natural, seguía si cabe con mas furia, esta vez cerca de Quintanar de la Orden (Toledo). El yunque intimidatorio pendía sobre mi vertical cual espada de Damocles...
Pude llegar a una zona entre Quintanar de la Orden y Villanueva de Alcardete (Toledo), donde la tempestad cesó casi por completo y me pude deleitar con estos
Mammatus y paisajes tormentosos...
Aquí a buen recaudo bajo uno de mis "refugios antiaéreos"...
No había que perder ni una décima de segundo, proseguí la ruta pués. Desde el polígono industrial de Noblejas (Toledo) oscurísimos
Mammatus se empeñaban en "darme sombra", al frente vistas hacia la Comunidad de Madrid, con nubosidad cumuliforme iluminada por el sol.
De nuevo en marcha, por la zona de Corral de Almaguer (Toledo) parecía recrudecerse la tormenta, con aparato eléctrico muy cercano y cielos abrumadores...
Turbulentos cielos precediendo a una tormenta que parecía reactivarse. Cercanías de Lillo (Toledo).
Entrando a la provincia de Ciudad Real, una nueva visita por Campo de Criptana me desveló consecuencias destructivas a causa de los desplomes de viento racheado: el arbolado viario de una avenida sufrió "mutilaciones" y tronchamientos. La especie afectada fueron chopos
Populus bolleana. Según testigos, no pudieron soportar los embates de ráfagas violentas. Varios árboles sufrieron destrozos, dejando intransitable el acerado, valgan estas imágenes:
Después de ver todo esto, en muy poco tiempo se reactivaron nuevas tormentas por el oeste, y al caer la tarde se fraguaba nueva actividad...
Tras la puesta de sol, efectivamente, apostado en las cercanías de Criptana, el aparato eléctrico se fué acercando, aunque su desplazamiento fué muy rápido hacia el este. Algunas descargas pude captar...
Dia 11:
A primera hora de la tarde, aunque con menor intensidad que el día anterior, la atmósfera daba muestras de inestabilidad convectiva, llegaron a desarrollarse tormentas en el límite Cuenca-Albacete, pero casi residuales, cuyos desarrollos se vinieron abajo al final de la misma. Algunas vistosas "coliflores" pudieron observarse a pesar del escaso ímpetu, como estos ejemplos cerca de Las Pedroñeras (Cuenca).
Como curiosidad, aparece aquí un tradicional y antiguo chozo construido en piedra seca del que parece que tiene dentro habitantes atizando una hoguera, es la "nube chimenea"
. Desde el término de San Clemente (Cuenca).