Ayer día 21/12/2006, Antonia y yo, Ángel, emprendimos camino del área recreativa de Los Quejigales en la Sª de Las Nieves, Reserva Mundial de la Biosfera, para ascender al pico Torrecilla, 1919 Mtrs, la cumbre más alta de la provincia de Málaga.
Ya entrados en el carril que parte a mano derecha subiendo desde San Pedro de Alcántara y a 13 Kms. de Ronda, observamos que la cumbre y parte de la falda del monte está cubierto por nubes, aún así, decidimos llegar al área recreativa y allí decidiríamos. Avanzando por este carril, se encuentra en proceso de mejoras –falta le hece- y no tomando ninguna de las desviaciones que no encontramos, llegaríamos tras unos nueve kilómetros al área recreativa. Nosotros, decidimos tomar un carril que a unos trescientos metros del área recreativa y a mano derecha sube hacia el Puerto de Los Pilones. Este carril, se encuentra cortado por una cadena, así que fuera ilusiones, que la pateada no nos la quita nadie. Dejando aquí el coche, 1.290 Mtrs, no sin antes una breve visita al área recreativa y observar que el arroyo está con una capa de 1 centímetro de hielo, emprendemos el ascenso desde el punto antes indicado. Optamos por subir por aquí, porque ya conocemos la bellísima Cañada del Cuerno y por este carril se asciende suavemente por la cara sur de la cañada, contemplando de este modo otra perspectiva no menos bella de la serranía.
Vamos ascendiendo con tranquilidad y observamos una manada de caballos que acostumbrados a la presencia humana, nos observan impasibles, como diciendo: “¿Dónde van estos dos con el frío del carajo que hace?” No hacemos caso a sus pensamientos y observando que las nubes continúan bajas, seguimos ascendiendo. Si no llegamos al Torrecilla, iríamos al Alcazaba o al Peñón de los Enamorados. Tras un para de paradas “técnicas” a tomar café y algún lingotazo que Antonia sabiamente había preparado, y observando hacia el SO el sendero que lleva primero al Castaño Santo y posteriormente al Cortijo de la Fuenfría y finalizando en el Área Recreativa de Las Conejeras, continuamos ascendiendo y aparecen los primeros pinsapos. En esta subida, lo que abunda son los pinos, los pinsapos son escasos, pero aún así, se observan algunos magníficos ejemplares. Poco a poco y siempre con temperaturas rayanas en 0º, llegamos al Puerto de los Pilones en noventa minutos. Aquí si que hacía frío. El panel informativo de dicho puerto, estaba cubierto por una capa de escarcha y todo el terreno y los venerables quejigos de montaña, cubiertos de escarcha, lo que daba un aspecto muy bello del paisaje. Las nubes siempre presentes en la subida, en este punto las teníamos a nuestra altura y observamos que el Alcazaba se encontraba cubierto ligeramente por ellas. Desde aquí también observamos que el Torrecilla está cubierto en la mitad superior de su loma. Decidimos continuar al observar que se abrían claros. Siempre hay tiempo de una ruta alternativa o de volver sobre nuestros pasos. Por la meseta de los quejigos, pasamos en silencio, respetando el sueño de estos venerables árboles. Con calma y tras otra hora de camino, llegamos al Pilar de Tolox, donde observamos diversos charcos congelados y estalactitas de hielo que cuelgan de la roca. Aquí reponemos fuerzas y decidimos subir al pico, al observar que ya había dos montañeros en su cumbre, aunque las nubes se abrían y cerraban en la mitad superior del último y más pronunciado tramo. Decir que el ascenso por la ruta que hemos traído y hasta el Puerto de Los Pilones, ha sido muy buena y mucho menos cansada que por la Cañada del Cuerno. La vez anterior, tardamos dos horas en llegar al puerto y esta vez ha sido media hora menos y con algo más de un kilómetro de camino. Con las fuerzas casi intactas, afrontamos el duro desnivel, aproximadamente 200 Mtrs. Tomamos el sendero y ascendemos los primeros 30 Mtrs de desnivel. Aquí, observo un “sendero” con menor inclinación y en sentido SE asciende más suavemente. Decido tomarlo y arrastro conmigo a Antonia. Un error. Perdemos ese “sendero” y decido ir tomando altura en el mismo sentido. Otro error. Nos plantamos en la cara sur del Torrecilla y tras atravesar dos sabínales, nos encontramos con una ladera plagada de canchales y con un fortísimo desnivel. No es cuestión de volver atrás y con decisión y mucho cuidado, vamos ascendiendo casi en línea recta hacia la cumbre. Vamos ganando altura y cuando miramos hacia abajo, la sensación de cierto vértigo se hace presente. Tuvimos suerte y en estos momentos, las nubes se alían con nosotros y deciden darnos un margen de tiempo. Tiempo que aprovechamos y en continuo ascenso rectilíneo, llegamos al sendero y a apenas 10 Mtrs de desnivel de la cima. Aquí coincidimos con una pareja, que había pasado la noche en la montaña. Venían desde la Cañada de las Carnicerías tras pasar por el Pilar de Tolox. Antonia, los tiene muy bien puestos, llega a la cumbre y un momento después lo hago yo. Objetivo cumplido. Llega la pareja y nos tomamos unas fotos. Disfrutamos de las vistas que las nubes nos dejan observar y tras retomar fuerzas y comentar diversos aspectos con esa pareja, iniciamos el descenso, el frío y las nubes nos lo pedían. Tras media hora de tranquilo descenso, esta vez si, por el sendero. Llegamos al Pilar de Tolox de nuevo no sin antes cruzarnos con otro montañero que subía con un motor de formula uno alimentado por queroseno. En al fuente, se encontraba la novia de este montañero. Un cafecito y de nuevo a retomar fuerzas. Observamos el ascenso del montañero referido. No sube, vuela. Veintidós minutos en superar esos muy tendidos doscientos metros. Empiezan a caer unos muy ligeros copos de nieve y emprendemos el regreso. Una breve parada en la boca de la sima GESM y para abajo. Poco después y antes de llegar al Puerto de Los Pilones, nos adelanta el montañero “volador” y su novia. En el puerto, decidimos parara tomar el sol, pero una de esas nubes que Meriam define como cortarrollos, nos lo corta y tras unos breves minutos, descendemos por el mismo camino que nos trajo. Dejando a nuestra derecha la Cañada del Cuerno. Sin prisas vamos descendiendo. Llegados al punto donde por la mañana nos observaron los caballos, allí nos los encontramos de nuevo. Nos siguen mirando extrañados: “¡Estos Humanos!”. Ya en las piernas, vamos notando el cansancio y estamos ansiosos por llegar al coche. Cuando llegamos al coche, nos quitamos la botas, un autentico placer y comenzamos el camino de regreso. Una jornada más, siete horas y media, placentera y la deuda con el Torrecilla, saldada y con una nueve vía de ascenso a la cumbre, no recomendada. Vía An-An Santo Pitar.
Saludos montañeros.
GESP
Curiosa escarcha. La escarcha cubría el lado sur de este pinsapo. Comprobado con brújula.
En un ratito otras. No sea que se corte la conexión con Cazatormentas.