2ª PARTE: EL ASALTO FINAL Y EL CAMINO DE REGRESO...
... cogiendo el hilo de la 1ª parte, tras la breve parada para dar cuenta de las viandas tan sabrosas que nos fueron proporcionadas en Pampaneira, seguidamente emprendimos rumbo hacia nuestro objetivo, pero cual no seria nuestra sorpresa cuando avanzado un buen trecho y algo mosqueados preguntamos a varios excursionistas que nos mostraron que habiamos tomado la decisión equivocada de asaltar la cumbre por su lado sur genuino mas accesible, es decir caminábamos en realidad hacia El Veleta, así ante este panorama nos quedaba retroceder y perder mucho tiempo (descartado) o intentar subir por una ruta alternativa que habia a nuestro alcance mas en posición oeste, pero al loro... en 1 km. o poco más de distancia habia que salvar un desnivel partiendo de los 2900 msnm hasta la cumbre (3484 msnm.)... es decir casi 600 m. de desnivel
¡Que brutalidad!, por una veredilla casi inexistente que no subia en zig-zag sino casi perpendicular a las líneas de nivel, conformada en un terreno inestable arenoso y con canchales... vamos que aquello, con todos los factores mezclados sumándole la gran altitud que se hacia sentir, convirtió aquel pequeño tramo final en un verdadero CALVARIO. En esta foto se aprecia "la naturaleza de la subida" mediado el tramo, por encima ya de cualquier relieve montañoso.
Pasada algo mas de una hora de tortuosa ascensión, POR FIIIIIIIIIIINNNNNNNN, pisando la cima del Mulhacén. Lo primero que me llama la atención es esta fotogénica ruina de lo que pudo ser un refugio o morada de pastores ¡Que inmensidad de paisaje!.
Asomándome hacia el norte ¡Buafffffffff...! Un tajo abismal, se aprecia abajo del todo la Laguna de la Mosca, de origen glaciar, rodeada en su perímetro de frescos prados y originando un arroyo en cuyo cauce se acumulaba la nieve, dibujando una línea serpentiforme blanca...
En este zoom se aprecia con detalle este arroyo con acumulación de nieve, verdaderamente espectacular, precioso, de lo mas singular.
Tal como comentaban Jota y Seal, una agradable presencia no esperada, nuestra amiga la cabrita montés de la cumbre, sin duda acostumbrada a los trasiegos de los montañeros... ¡Ehhhh... a ver... a aver... quien anda por aquí...!
... Y hablando de Jota y Seal, aquí están estos mozos
exprimiendo y saboreando el jugo de estos breves momentos de eternidad...
Pero no solo estaban las cabras como inquilinos del gran Mulhacén..., dando buena cuenta de los pequeños restos de comida aparecia un pajarillo muy confiado, sin duda ha aprendido que estos montañeros que sufridamente alcanzan la cima, no son peligrosos y encima traen comidita rica...
, pues se trata de un acentor alpino
(Prunella collaris)Y mientras tanto seguimos deleitándonos con vistas incomparables, como la del pico Alcazaba, a la derecha, con 3365 msnm., y su cara norte donde destaca un precipicio mareante
, por Odín ¡Que belleza mas abrumadora!
El vértice geodésico del Mulhacén y una indescriptible panorámica hacia el noroeste...
El descenso pues tambien se hizo dificultoso, dado lo irregular del terreno entre canchales de esquistos y arenales, por veredas que a tramos desaparecian
, se hizo por donde tendriamos que haber subido, por la relativamente suave pendiente sur; recuperada la pista principal pudimos sacar jugo al aspecto meteorológico en sí (aunque visto de otra forma lo hicimos todo el dia padeciendo una dura insolación...) que empezaba a despertarse a última hora de la tarde... el amigo Seal practicando la kaza con su rifle demoledor preferido, la "Pepinus" D 70
Aquí está el trofeo... un
Cumulus humilis con
Pileus.
LLegados al Alto del Chorrillo, 2700 msnm., donde nos recogeria el autobús hasta donde teniamos el coche, tranquilamente reposábamos, no así las cámaras... hacia el sureste se encumbra vertiginósamente la almeriense Sierra de Gádor, con sus respetables 2200 msnm. alzados desde la misma costa del Mediterráneo.
Poco antes de marcharnos pude hacer fotos a unas llamativas mariposillas pequeñas de tonos predominantes azulados que nos alegraron gran parte del recorrido, siendo numerosas, posándose en la vegetación adyacente al camino. Pertenece a la especie
Lycaeides idas, que solo se la vé en hábitats de alta montaña como este de Sierra Nevada.
Poco más, la premura de partida de cada uno de nosotros, dado el retraso que padecimos, no permitió que nos recrearamos después en la zona, otra vez será...