Y para terminar, una vista hacia el nordeste desde el Moixeró, con la Alta Cerdanya al fondo. Allí se halla la capital de la comarca, Puigcerdà, en plena llanura, pero junto a la frontera con Francia. Una comarca divida por una frontera totalmente artificial entre España y Francia (a raíz del Tratado de los Pirineos, Francia se annexionó una parte de la misma, además de otras comarcas); y para colmo, la división provincial de 1833, repartió la parte española entre Lleida y Girona. En fin, cuestiones de las que no entienden las montañas. Por cierto, los cúmulos que habéis visto durante todo el reportaje, dieron tormentas en la zona por la tarde, pero yo ya estaba tranquilamente en el sofá de casa.