Ayer por la tarde, y para quitarnos “de en medio” por unas horas, nos fuimos a Granada. La siempre hermosa Granada. Ya lo dijo Washington Irving, y está reflejado en una placa junto a una torre de la Alambra. Dirigiéndose a una dama granaina y ante un ciego que pedía limosna: “Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser, ciego en Granada”. Bueno, pues nosotros fuimos hasta Monachil, y nos encontramos con una maravilla natural:
Este puente es cortito. Hermano pequeño de otro.
Este es el hermano mayor de los cinco puentes. Sesenta metros. Muy seguro y apenas se mueve. En comparación con los otros. Que también son muy seguros, pero con mayor movimiento. Ahí está la gracia.
Este es un paso formado por el derrumbe de unos "guijarros". Espectacular.
¿Que pensabais? ¿Que no me había dado un baño? ¡Ayyy! Y más de uno.
Pues esto es un breve resumen fotográfico.
Todos los enlaces sobre esta ruta, dicen que la duración es de dos horas, más o menos, ida y vuelta. Nosotros empleamos cinco. Un lugar donde pararse a cada diez metros y observar.
Hay una serie de paredes donde se pueden ver escaladores. Y hay una roca en el "tunel", con unos puntos para hacer escalada, donde en algunos puntos, el inicio, te colocas en horizontal. Poca altura, unos dos metros y medio. A la salida de este "tunel", a mano derecha, hay una oquedad con puntos también para escalar.
Lo dicho. Es una ruta corta en distancia. Muy corta. Pero para entretenerse y pasarlo muy bien.
Lo dicho. Una maravilla más de Granada