A mi me encanta dar un paseo metido en la niebla, todo un lujo, ese silencio en la noche y esa humedad que hasta te llegaba a mojar la ropa. Cuando vivía allí no le daba importancia ya que era muy común en las noches y mañanas de buen tiempo pero aquí en esta costa las hecho de menos, ya que se producen con poca frecuencia y cuando lo hacen desaparecen muy rápido.