Maravillosas fotos. Destaca el tratamiento de la luz, que es un elemento tan crítico en el momento del amanecer.
Se nota que la corriente occidental estaba barriendo los restos del aire frio que teníamos estacionado en el suelo.
No se si admirar más la elegancia de las fotos, realmente extraordinarias o la potencia del Océano, capáz de trasmutar la situación térmica de medio continente en cuestión de pocas horas. Y de hacerlo cuando, realmente, le da la gana.
Felicidades.