Aunque en mayo los expertos pronosticaron que podría haber entre ocho y 10 huracanes, la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) anunció ayer, en una rueda de prensa, que la cifra disminuyó y serán entre siete y nueve.''Prevenir la pérdida de vidas y minimizar el daño en las propiedades causados por los huracanes es una responsabilidad que todos debemos compartir. Un huracán que afecte su vecindario es suficiente para tener consecuencias fatales'', afirmó Max Mayfield, director de la NOAA.
Los expertos reiteraron que, no obstante, el número de tormentas será mayor de lo normal y alertaron que a pesar de que la temporada --que termina el 30 de noviembre-- empezó de forma ''suave'', esto no revela lo que pueda traer más adelante.
''Este año, las tres tormentas ya nombradas podrían palidecer en comparación con el récord de nueve que surgieron a principios de agosto del 2005. De todas formas, las condiciones de la actividad, que será por encima de lo normal, se presentarán más favorables'', afirmó Conrad C. Lautenbacher, subsecretario de Comercio para Océanos y Atmósfera y administrador de la NOAA.
El pronóstico de la NOAA es de 12 a 15 tormentas, de las cuales entre siete y nueve lograrían convertirse en huracanes. De éstos, tres o cuatro podrían ser de categoría tres o mayor.
Según Gerry Bell, quien lidera los pronósticos de la temporada de huracanes, los factores climatológicos esperados para este año producirían vientos y presión atmosférica propicios para la formación de huracanes junto con temperaturas marítimas más calientes de lo normal.
La NOAA atribuye estos factores meteorológicos a la era de huracanes del Atlántico que comenzó en 1995.
''Los signos y las características de las tormentas y los huracanes en la costa este son predecibles sólo unos días antes de que ocurran, por eso no podemos decir con anterioridad cómo van a ser, ni cuáles van a ser las áreas más afectadas. Lo más importante en este caso es estar preparados'', afirmó Bell.
La razón por la cual la temporada sería más leve que la del año anterior tiene que ver con la temperatura del agua del Pacífico y los vientos procedentes de Africa.
''Cuando el Pacífico central está seco, significa que hay más condiciones favorables en el Atlántico para la formación de huracanes, y cuando está húmedo, como sucede este año, las temporadas no tienden a ser muy activas'', explicó a El Nuevo Herald Lixion Avila, un experto de la NOAA.
Avila aclaró que lo importante no es tanto el número de huracanes sino el lugar por donde pasen. Los expertos, sin embargo, hicieron énfasis en que los residentes de la Florida deben estar preparados.
David Paulison, director de la Agencia Federal de Control de Emergencias (FEMA), comentó que cuentan con el mismo presupuesto del año anterior para operar e investigar; por eso, insistió en la importancia de mantener informada a la comunidad para que esté alerta ante la posibilidad de un huracán.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/local/15229061.htmp.d.: esta noticia me la ha proporcionado RafaCastelldefels.