El huracán John procedía de una onda tropical que abandonó el África occidental el 17 de agosto y alcanzó el Pacífico oriental una semana después. Apenas había atravesado América Central cuando, al oeste de Costa Rica, su actividad nubosa comenzó a organizarse. Durante varios días, la situación no evolucionó en tanto que el sistema, en dirección oeste-noroeste, se desplazaba hacia el sur de América Central. El 27 de agosto empezaron a apreciarse en él franjas de convección profunda de perfil curvo a la altura del sursuroeste del Golfo de Tehuantepec, y el 28 de agosto el sistema estaba ya suficientemente organizado como para considerarlo una depresión tropical, mientras su centro se hallaba a unas 270 millas al sur de Salina Cruz, México. Su estructura se siguió consolidando, y ese mismo día el ciclón se convirtió en tempestad tropical. John avanzó hacia el noroeste-oesnoroeste a un ritmo apacible durante varios días, al sur de una dorsal débil de niveles medios a la altura de México. A lo largo de esa trayectoria, el centro del ciclón se desplazó muy próximo a la costa continental de México. Entre tanto, la proximidad de una cizalladura vertical débil y la elevada temperatura del océano le hicieron cobrar fuerza.
John se convirtió en huracán el 29 de agosto, y poco después alcanzó intensidad de huracán de primer orden. La fuerza máxima de la tempestad, que alcanzó 135 mph (categoría 4), se registró el 30 de agosto.
Durante el día siguiente aproximadamente se produjo un cierto debilitamiento, probablemente vinculado a la sustitución de al menos una pared del núcleo. Durante ese tiempo, el ojo de John se acercó hasta unas 60 millas de la línea costera entre Manzanillo y Lázaro Cárdenas, al comienzo del 31 de agosto. El 1º de septiembre, el huracán volvió a alcanzar categoría 3 mientras se acercaba aproximadamente a la Baja California. En las últimas horas del 1º de septiembre, el ciclón tropical viró hacia el nornoroeste cuando la dorsal de niveles medios situada al norte del huracán se debilitó ligeramente. El ojo de John entró en tierra en el extremo meridional de la
Baja California, en Cabo del Este, a unas 45 millas al nordeste del Cabo San Lucas, aproximadamente a las 0200 UTC del 2 de septiembre. Aunque ligeramente debilitado, sus vientos máximos se estimaron en cerca de 110 mph en el momento de tocar tierra. John avanzó hacia el noroeste lindando la costa oriental de la península Baja mientras el centro del huracán, que se iba debilitando, pasaba cerca de La Paz. A continuación, el ciclón penetró en el terreno suavemente montañoso de la península de Baja California al tiempo que su intensidad seguía disminuyendo; en la tarde del 2 de septiembre era ya sólo una tempestad tropical, que se redujo a una depresión tropical en las primeras horas del 4 de septiembre. John se disipó cerca de la costa oriental de la parte septentrional-central de la península de Baja California ese mismo día.
Los vientos más fuertes observados en tierra se registraron en el observatorio de La Paz, con una velocidad sostenida de 52 mph y ráfagas de hasta 66 mph a las 1000 UTC del día 2 de septiembre. En Los Planes, en el sur de la Baja California, se registró una precipitación total de 12,5 pulgadas, de las cuales 11 se acumularon en sólo 24 horas. La prensa informó de cinco víctimas, todas ellas en Baja California. Según las noticias, 200 hogares fueron destruidos en las proximidades de La Paz. Más de 250 viviendas resultaron dañadas o destruidas en la ciudad de Mulege, situada en la costa oriental de la región meridional-central de Baja California. Las fuertes lluvias causaron el desbordamiento del embalse de Iguagil en Comundu, y la consiguiente crecida, de cuatro pies de altura, aisló a 15 poblaciones. El viento y la lluvia destruyeron grandes extensiones de cultivo, y causaron la muerte de muchas cabezas de ganado en el sur de la Baja California. Aunque el ojo del huracán no llegó a penetrar en las costas de México, la circulación de John afectó a la línea costera con lluvias muy intensas y vientos fuertes. Se tuvo noticia de una marea de tempestad de 10 pies de altura en Acapulco, que inundó las carreteras costeras en esa área, aunque esta inundación se debió probablemente al efecto conjunto de la tempestad, las olas y la marea. En la región de Costa Chica, en Guerrero, la intensidad de la lluvia ocasionó deslizamientos de lodo, de resultas de los cuales quedaron aisladas 70 comunidades. Las condiciones húmedas y las intensas lluvias locales se extendieron también hacia el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos. En su fase final, las lluvias de John inundaron 20 vecindarios de Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera de El Paso, Tejas. En El Paso se registraron más de tres pulgadas de lluvia, que causaron inundaciones y obligaron a cerrar carreteras en las inmediaciones.
El huracán Kristy se formó a partir de una onda tropical que atravesó América Central el 23 de agosto en dirección oeste. El sistema mostró escasa organización durante casi una semana, hasta que el 29 de agosto las lluvias y la actividad tormentosa comenzaron a estar más concentradas. A principios del día siguiente se formó una depresión tropical en esa área a unas 600 millas al suroeste de Cabo San Lucas, y seis horas después el sistema era ya una tempestad tropical. Mientras cobraba intensidad, Kristy avanzó hacia el noroeste, y el 31 de agosto adquirió intensidad de huracán, llegando a alcanzar una intensidad máxima de 80 mph ese mismo día. Horas después, una cizalladura del nordeste asociada al flujo saliente del huracán John se hizo más acentuada, y Kristy empezó a perder fuerza. Al día siguiente era ya sólo una tempestad tropical. Las corrientes que la impulsaban se detuvieron y, durante los días siguientes, la tempestad avanzó con gran lentitud, aproximadamente hacia el sur. La cizalladura de viento vertical no se debilitó, y la intensidad de Kristy fluctuó entre tempestad tropical y depresión tropical. El 4 de septiembre, el movimiento hacia el oeste se hizo más decidido, y Kristy volvió a alcanzar categoría de tempestad tropical, por última vez, al día siguiente. Esta regeneración fue efímera, ya que la tempestad volvió a degenerar en depresión tropical el 6 de septiembre, perdiendo sus características tropicales dos días después. Las bajas presiones residuales de Kristy se desplazaron hacia el este-suroeste durante un día antes de degenerar en onda tropical el 9 de septiembre.
El huracán Lane provenía de una onda tropical que llegó al Pacífico oriental el 10 de septiembre. El sistema se fue organizando paulatinamente, y se convirtió en depresión tropical tres días después, cuando su centro se hallaba a unas 115 millas al suroeste de Acapulco. El 14 de septiembre la depresión, que era ya una tempestad tropical, merodeó las costas de México mientras adquiría intensidad. Lane alcanzó categoría de huracán al día siguiente mientras giraba hacia el nornoroeste y su centro pasaba a unas 35 millas al oeste de Cabo Corrientes, México. El sistema siguió cobrando fuerza, y Lane era ya un huracán de categoría 2 cuando su centro pasó inmediatamente al oeste de las Islas Marías. Ese mismo día, Lane se convirtió en huracán de primer orden y viró hacia el norte, llegando a alcanzar una intensidad máxima de 125 mph. Horas después entró en tierra, con esa misma intensidad, en el estado mexicano de Sinaloa, a lo largo de la Península de Guevedo, a unas 20 millas al sureste de El Dorado. Lane perdió rápidamente fuerza; el 17 de septiembre era ya sólo una tempestad tropical que se disipó rápidamente ese mismo día al penetrar en la elevada orografía del oeste de México.
El Laboratorio de Investigaciones sobre el sistema Tierra de la National Oceanic and Atmospheric Administration instaló con carácter temporal una torre en Estación Obisbo, unas 12 millas al interior del lugar en que el centro del sistema entró en tierra. Antes de ser derribada por el núcleo del huracán, la torre registró vientos sostenidos en superficie de 93 mph durante un minuto, con una ráfaga de 121 mph a las 1930 UTC del 16 de septiembre; a las 1945 UTC se registró en ese mismo lugar una presión de 966 mb al nivel del mar. En un periodo de 24 horas se registró en San Lorenzo, Sinaloa, un total de 10,24 pulgadas de lluvia por efecto de Lane. Las noticias de la prensa indican que Lane fue directamente responsable de cuatro defunciones por crecidas y deslizamientos de lodo, y que los daños fueron más cuantiosos en Sinaloa, donde el huracán entró en tierra. Las inundaciones afectaron a numerosas calles y viviendas en El Dorado, Culiacán y Mazatlán. Resultaron también inundadas extensas áreas rurales, con importantes daños para el sector agrícola. Muchas carreteras fueron arrasadas, con el consiguiente aislamiento de varias comunidades, y un puente entre Culiacán y Mazatlán resultó destruido. El impacto fue también considerable mucho más al sur y al este, a lo largo de la costa de México, pese a que el centro de Lane no llegó a tocar tierra. Hubo que evacuar centenares de hogares, numerosos cultivos fueron destruidos, y algunas carreteras resultaron dañadas por efecto de las crecidas y deslizamientos de lodo en los estados costeros de Michoacán, Colima y Jalisco. La conjunción de olas altas y fuertes lluvias cubrió con más de un pie de agua varias calles de Acapulco (e incluso más al sureste, en el Estado de Guerrero), donde 200 hogares quedaron anegados y un deslizamiento de lodo fue el causante de una de las víctimas.