Estamos ya en un buen momento para comenzar a analizar la próxima temporada de huracanes 2013. Es en esta época y durante las siguientes semanas cuando la atmósfera comienza a sentar las bases y dar pistas de cómo se posicionarán algunos de los más importantes factores que pueden decidir si será una temporada activa, o tranquila.
Hasta ahora hemos seguido en la línea de los dos años precedentes, con pistas tanto a favor como en contra de una temporada activa, lo cual hace que los pronósticos prematuros tengan una fiabilidad dudosa.
Sin embargo, durante las últimas semanas han comenzado a vislumbrarse señales que creo pueden decidir el destino de la temporada que se avecina con un mayor grado de fiabilidad que en 2012 y 2011. Así pues, vayamos por partes analizando los principales factores que determinan el grado de actividad de la temporada atlántica.
Comenzando por las conocidas anomalías de SST (Sea Surface Temperatures), echemos un vistazo al mapa global que siempre aporta una gran cantidad de valiosa información.
Fig.1 Anomalías de SST a 21 de marzo de 2013En el Pacífico, seguimos en la tónica del año pasado, con un ENSO (El Niño Southern Oscillation) neutral, con SSTs cercanas a la media en la línea del Pacífico ecuatorial, como se puede ver en el mapa inferior correspondiente al mes de febrero. Dicha tendencia se está manteniendo en lo que llevamos de marzo.
Fig.2 Anomalías de SST en el Pacífico durante febrero de 2013.Asimismo, las previsiones de los modelos apuntan a una permanencia de este ENSO neutral durante la temporada de huracanes 2013. No obstante, las predicciones veraniegas de ENSO realizadas en primavera tienen un grado de fiabilidad limitado y habrá que ver la evolución durante los meses clave de abril y mayo.
Fig.3 Previsiones de ENSO, consenso modelos (izquierda) y EUROSIP (derecha)Las condiciones de ENSO neutral pueden tener un efecto positivo en la formación de ciclones tropicales atlánticos, si bien esta relación no está tan clara como en el caso de un ENSO negativo (La Niña), los números de los últimos años apoyan esta hipótesis.
Fig.4 Comparativa de actividad según ENSOPor otro lado observamos en el primer mapa de anomalías SST que éstas son negativas desde Hawaii y alo largo de la costa W de EEUU, indicando la presencia de un PDO (Pacific Decadal Oscillation) negativo. Un PDO negativo favorece la presencia de altas presiones sobre el Pacífico norte, lo que en cierta medida favorece la convergencia de aire en capas bajas en el Atlántico Tropical, favoreciendo así la convección y formación de tormentas.
Así pues, las condiciones en el Pacífico son similares a las del año pasado; pero no lo son en el Atlántico.
En 2012, las anomalías de SST negativas (aguas más frías que la media) se extendían por casi todo el Atlántico tropical, mientras que en latitudes medias esta anomalía se tornaba positiva (aguas más cálidas que la media).
Este año sucede todo lo contrario, con anomalías de +0,5° en la MDR, y anomalías negativas en latitudes medias, mientras que en aguas árticas reaparecen las anomalías positivas. Este patrón es conocido como el “Atlantic tripole”, y desde febrero se está acentuando poco a poco gracias a la presencia de una fase negativa del NAO (North Atlantic Oscillation) caracterizado como estamos viendo estos días por un bloqueo ártico y bajas presiones circulando por latitudes medias. Esto reduce la fuerza de los vientos alisios en el trópico, reduciendo el enfriamiento de las SST por evaporación y permitiendo que las aguas en la MDR se calienten.
Fig.5 NAO observado y previsiónAguas cálidas en la MDR favorecen la convección, y aguas frías al norte favorece a su vez la convergencia de aire hacia el trópico, realimentando esa convección en la MDR y aumentando la inestabilidad vertical, que poco a poco recupera valores cercanos a la media climatológica.
Fig.6 Inestabilidad vertical en el Atlántico tropicalEste patrón de “Atlantic tripole” + PDO negativo + ENSO neutral garantiza (casi) una temporada activa en el Atlántico.
Otro dato que me ha llamado la atención es el brusco cambio en las previsiones estacionales del ECMWF para este verano, con un inesperado giro entre la previsión de febrero y la última de marzo.
Si observamos la previsión que el EMWF arrojó en febrero para los meses de Junio-Julio-Agosto (JJA) vemos una previsión de presiones a nivel del mar muy por encima de la media para el Atlántico tropical. Sin embargo, la previsión arrojada en marzo pega un cambio significativo y pronostica presiones cercanas a la media. Este giro en la previsión es la primera vez que lo observo en los últimos años, y probablemente se deba al cambio en el patrón atlántico que se ha producido durante el último mes y medio y que el modelo no supo reflejar en sus previsiones anteriores.
Fig.7 Previsiones de Febrero (arriba) y Marzo (abajo) del ECMWF para anomalías de MSLP en el periodo JJAPor último, bservando el modelo CFSv2, el Sahel durante Agosto estará muy húmedo por lo que se darán condiciones propicias para “fabricar” ondas tropicales activas y unos niveles de SAL moderados. Esto hay que cogerlo con pinzas, ya que de todas las previsiones estacionales esta es sin duda la menos fiable de todas año tras año, pero aun así lo incorporo al análisis aunque sea como mera curiosidad.
Fig.8 Previsión de precipitaciones del CFSv2 para Agosto.Como años análogos, escogería 1952, 1966, 1996, y 2005, ya que el patrón Pacífico-Atlántico era similar, y siempre teniendo en cuenta que 2005 fue una anomalía que raramente volverá a repetirse en términos de número de tormentas. Se observa en dichos años ciertas similitudes en la trayectoria de las tormentas, con varios huracanes potentes haciendo el recorrido desde el Atlántico SW hacia el Caribe NE.
Mi previsión pues es que veremos una temporada más activa que la media, más que en número de tormentas, en términos de ACE. El año pasado por ejemplo tuvimos 19 tormentas nombradas, pero muchas de ellas fueron débiles y de corta duración, con unos pobre niveles de ACE. Este año 2013 probablemente no lleguemos a esa cifra, pero espero unas tormentas significativamente más intensas y con más recorrido hacia el Caribe NW que en años anteriores.
Mi apuesta sería 17 tormentas, 7 huracanes y 4 majors.
Respecto al año pasado, menor riesgo de impactos en la costa E de EEUU y mucho mayor riesgo en el Caribe oriental, Bahamas y Florida. También se incrementa el riesgo de majors en el GOM.