Como hemos visto teorías sobre este tipo de evento si es temprano o tardío haberlas hailas, pero el complejo mundo de los patrones climáticos y la interacción entre ellos, puede retrasar, adelantar o desbaratarlas.
Pero concuerdan dichas teorías que tanto en eventos tempranos o tardíos hay una caída en los valores positivos de la NAO –oscilación del Atlántico Norte- de índices positivos en negativos entre una semana o 15 días después del suceso, (si el calentamiento empieza sobre el 8 y 12 de marzo, en teoría podría llegar sobre el 27 de marzo) siendo los eventos tardíos los que muestran más variabilidad en esta oscilación que los eventos tempranos.
El NAM – modo anular del Norte – en una semana ha dado un cambio espectacular, de no mostrar conexión estratosfera-troposfera, a conectarlas entre los días 27 y 28-3-25 llega bien a superficie -1000 hPa-
Esperemos que el manchurrón de -4 baje hasta los 100hPa, para que dicha conexión sea fructífera. Ya sé que más lluvias no queremos, pero recordar que en ocasiones estos acoples no han sido muy productivos para la península Ibérica, así que habrá que ir viendo la evolución de los modelos a 500 hPa, a partir de esas fechas para ver que pronostican.

La AO – Oscilación del Ártico – para principios de abril se decanta por índices neutros, pero si el acople entre troposfera y estratosfera es robusto, se descalabrará hacia índices negativos y en teoría las bajas presiones dominarán a nivel hemisférico, donde se reparta la inestabilidad , aún es pronto para emitir un juicio valorativo.

La NAO – Oscilación del Atlántico Norte-, de momento no recoge el testigo estratosférico, señala salidas positivas para principios de abril, pero entraremos en primavera el día 20 de marzo, y sabemos que eso mueve la atmosfera ... esperemos a ver …
