Buenos días, por Motril la calima también va en aumento después de la lluvia escasa de anoche (3.4 mm), el viento de componente este y noreste comenzó a soplar con mucha fuerza, rachas de 60 km/h, y a partir de ahí se produjo un aumento ostensible del polvo en suspensión.
Como decía antes, anoche 3,4 mm y la noche anterior 1,2 mm. Este año le está costando mucho llover en la costa de Granada y la sequía es muy severa, para colmo, los vientos de levante y sureste no son demasiado favorables para que precipite por esta zona.
La mayor parte del litoral y muy especialmente el prelitoral acumula ya notables cantidades de lluvia este mes de marzo, entre 60 y 120 litros en la mayoría de estaciones. Eso es superar la media en la mayoría de casos.
Además, se acercan ya a 150 litros acumulados en la Alta Alpujarra. Muy destacables también los datos de La Contraviesa, con entre 60 y 90 litros, o los más de 120 litros en La Almijara granadina. En todos los casos, además, cabeceras de cuencas fluviales. Cosa importante.
Al mismo tiempo, la vertiente sur de Sierra Nevada acumula más nieve. Por tanto, habrá deshielo productivo.
La situación meteorológica ha dado un giro radical a mejor el último mes y eso es excelente.
Otra cosa es que haya suficiente agua para la extraordinaria presión hídrica que demanda la extensión desmesurada de cultivos intensivos. Hubo algunos comentarios muy interesantes ayer en relación con la vecina Axarquía que pueden extrapolarse perfectamente a la Costa Tropical.
Y eso casi nada tiene que ver con la lluvia que cae del cielo. El cielo, de hecho, siempre acaba haciendo su trabajo. Falta sólo que nosotros hagamos el nuestro: conocer la realidad geográfica de un lugar y asentarnos en él con responsabilidad.
Y mientras escribo esta reflexión la calima se intensifica, tal y como sucedió el pasado día 15, y el vendaval de levante arrecia. Otra tarde de ciencia ficción.
Saludos
Me gustaría puntualizar algunos aspectos de este interesante asunto.
Yo, en materia de gestión hidráulica no entro, es sustancialmente mejorable , creo que en eso estamos todos los que participamos en este foro de acuerdo., no se puede regar por encima de nuestras posibilidades. No es esto a lo que me refería.
Es cierto que en las últimas semanas las condiciones han cambiado notablemente, la lluvia ha hecho acto de presencia y la nieve también. Pero también es cierto que la situación no ha dejado de ser todavía preocupante y que el fantasma de la sequía no se ha disipado a pesar de las lluvias de las últimas semanas. En Motril, y es extrapolable a toda la costa de Granada (en la costa occidental de Almería es todavía peor) en casi 10 meses se han recogido 57.9 mm, concretamente hasta el día 15 de marzo, ya que el 16 cayeron 20 mm superando la barrera de loa 10 mm, cosa que no ocurría desde el 25 de diciembre y antes de esta fecha desde el 27 de mayo. Esos 57,9 L/m2 en casi 10 meses es una cantidad incontestablemente exigua, incluso para un lugar poco lluvioso como es el nuestro, incluso más baja que en los terribles años hidrometereológicos 94/95, 98/99, 04/05, 07/08 o 11/12. Desde que comenzó el actual año hidrometereológico la cantidad acumulada hasta el día de hoy es 114.4 mm en Motril, todavía sigue siendo más seco que aquel 94/95, espero que deje de serlo en breve y que continúe la racha húmeda que hemos empezado.
Todos los meses, excepto este marzo de 2022 y junio de 2021, han estado por debajo de la media desde mayo del año pasado ( la media de junio es de poco más de 1 L/m2 y cayeron 10,6 ) y todos los meses citados excepto mayo y el presente marzo han sido meses secos, ya que se consideran meses secos aquellos con precipitación inferior a 30 mm.
Por supuesto que las lluvias de estas dos últimas semanas son una bendición y están salvando de que la situación hubiera acabado siendo calamitosa pero ni en la Almijara, ni en Sierra Nevada, ni en la Contraviesa y mucho menos en la costa granadina se ha terminado la sequía, se ha mitigado en parte pero sigue estando presente, especialmente en el litoral porque hasta ahora, contando las lluvias de marzo tal y como he comentado antes, llevamos desde el 1 de septiembre 114, 4 mm hasta el día de hoy cuando la media en Motril roza los 400 y ya estamos finalizando la época lluviosa, cuanto más cerca estemos del verano menos opciones tendremos de revertir esa situación, nos quedan cada vez menos cartuchos por quemar y salvo milagro, dudo mucho que sea así, espero equivocarme. Y en las zonas antes mencionadas la situación sigue siendo difícil todavía, los ecosistemas han estado y siguen estando sometidos a un gran estrés hídrico. Que el grueso de la precipitación se haya concentrado en unos pocos días de este mes no saca de esa situación de estrés a la vegetación después de tanto tiempo con semejante escasez de agua y menos aún después de un verano de por medio, y ya sabemos cómo se las gastan los veranos por esta parte del mundo. Y sí, soy consciente de la gran irregularidad de este clima, en lo que a lluvias se refiere, pero este año creo que supera todas las expectativas.
La vegetación de la costa de Granada y de las sierras prelitorales han sufrido y siguen sufriendo mucho, se han secado cientos de árboles y están en riesgo de secarse otros mucho cientos. Estoy hablando de pinos carrascos, acebuches, pinos resineros, encinas etc, especialmente los más jóvenes que no tienen un sistema radicular tan desarrollado como los adultos pero aún así también he visto secarse muchos árboles con 60/70años. También gran cantidad de matorral mediterráneo de diversas especies están muriendo como por ejemplo bayón, albaida, romero, aulaga, bufalaga etc. Estamos hablando de especies arbóreas y arbustivas con una capacidad encomiable para soportar las condiciones de xericidad de nuestro clima pero hasta a ellas les está viniendo grande una secuencia seca que comenzó en 2015, con la salvedad de aquel memorable episodio húmedo de marzo y abril de 2018, que interrumpió momentáneamente esta secuencia seca de 7 años que llevamos encima. Ni en lo peor de las sequías de los 90 vi semejante mortandad de vegetación y, si las lluvias no tienen continuidad de aquí a junio, vamos a asistir al lamentable y luctuoso espectáculo de ver morir masas de árboles de los bosques de las montañas litorales granadinas durante la época estival y especialmente en las postrimerías de esta.
En marzo se han recogido en Motril 69.5 L/m2 hasta ahora, bienvenidos sean y esperemos que se multipliquen por cinco igual que también en las sierras prelitorales, pero la situación no es todavía para echar las campanas al vuelo ni tampoco para dejarse llevar por un optimismo muy elevado, aunque cada cual que vea y sienta las cosas como mejor le parezca.
Respecto a la nieve en Sierra Nevada, pues hasta este mes veníamos teniendo una temporada incluso peor que la 94/95,que a mi entender fue la más paradigmática y por eso la pongo como ejemplo. En la vertiente sur la situación de ausencia de nieve estaba siendo más dramática todavía que en aquel año y en la vertiente norte quizás un poco mejo p ero muy poco porque ni por volumen ni por extensión de nieve podíamos hablar de nada relevante en este sentido. Es cierto que desde Granada capital se apreciaba durante el mes de febrero una estampa bonita de la sierra blanca pero la capa existente era muy floja y su extensión muy reducida, ya que se limitaba a la vertiente noroccidental del macizo que básicamente es la que se aprecia desde la ciudad de la Alhambra pero que es una parte reducida del total. Y ese resto del total estaba pelado y era la mayor parte de la sierra.
Las nevadas que se vienen sucediendo desde finales de febrero en la Penibética distan bastante todavía de aquellas de marzo del 18 cuando se acumularon entre 3 y 5 metros de nieve por encima de 2500 metros, según las zonas. Este mismo fin de semana pasado la capa de nieve en la vertiente sur era floja, con muchas calvas, obviamente ha mejorado en estas últimas jornadas gracias a las persistentes nevadas. En la vertiente norte la situación es bastante mejor pero en ambos casos existe un problema y es la gran cantidad de nieve marrón debida a las advecciones de polvo del Sáhara que harán que la fusión y la sublimación sean más rápidas y severas impidiendo que los neveros pudieran llegar a septiembre y con ellos las reservas de agua superficiales que tanto los ecosistemas como los humanos necesitamos.