Subiendo por la costa marroquí se acercan nuevos núcleos de precipitación hacia el Estrecho, con posterior dirección al oeste de Málaga. Estos núcleos parecen más activos que los anteriores e, incluso, pueden traer actividad tormentosa.
En el Golfo de Cádiz, remontando el Guadalquivir ya hay varios núcleos tormentosos con buenos píxeles en el radar.