La estratosfera comienza a dar muestras de debilidad, dentro de su fortaleza, con lo cual sigo pensando que aún puede reventar por algún lado , jajajajaa ,
Con lo cual no quisiera descartar algún calentamiento final del invierno, por lo cual dejo un poco de teoría del porqué de estos eventos transitorios de cara a la primavera.
El calentamiento estratosférico de final del invierno es la transición final de los vientos zonales del invierno (vientos del Oeste) a los vientos del verano (vientos del Este), por el calentamiento solar de la estratosfera en latitudes altas, que aumenta en la primavera. Y se diferencian con los de pleno invierno en que después de estos calentamientos los vientos del Este dominan toda la estratosfera hasta principios de octubre o noviembre, cuando se produzca el enfriamiento radiativo. Con lo cual el vórtice polar estratosférico se rompe en la primavera y se vuelve a formar en el otoño debido al ciclo anula de la radiación solar.
Los vientos del Oeste desaparecen y con ellos la ascensión de las ondas, pues recordemos que éstas ascienden verticalmente cuando los flujos medios son vientos del oeste.
Un calentamiento final tardío, se asocia a menudo con una reducción de la cantidad de Ozono en el polo, debido a la reducción del transporte hacia la estratosfera polar y al aumento de la destrucción química de éste.
Para este tipo de calentamientos finales casi toda la previsibilidad viene de la troposfera.
Además la señal troposférica observada con estos calentamientos finales se inicia desde la estratosfera, y esta puede afectar con la reflexión (retroceso o cambio de dirección del calor al chocar contra una superficie) y la refracción (cambio de dirección por pasar de una densidad a otra) por parte de las ondas planetarias.
La transición del invierno a la primavera produce la desaparición del vórtice polar, en este periodo de transición el calentamiento radiativo de la estratosfera colabora con las ondas de Rossby, desde la troposfera en decelerar el flujo del Oeste propio del invierno.
Las fechas de inicio de un posible calentamiento de final del invierno, se basan en ir observando en las latitudes donde se posiciona el chorro polar estratosférico en invierno, que van aumentando de 50º N a 70 º N, con la amplitud del forzado de alturas isobáricas.
Además cuando este viento (del chorro polar) es fuerte, la variabilidad del viento zonal durante la transición estacional es grande, de modo que el viento zonal a 50hPa a menudo excede 5m /s.
Para descender de 10hPa a 50hPa, disminuye con el aumento de la amplitud en las alturas isobáricas alrededor de 30 días a 1500 mts de amplitud, (si no es muy amplia) ó 7 días si esa amplitud es más ancha a 3000 mts, es decir, si la la amplitud es estrecha le cuesta más bajar y si anchas le cuesta menos.
podemos ver un calentamiento estratosférico de final del invierno ; más o menos 6 días antes, y si el vórtice polar es fuerte, como es el actual de este invierno 2019/2020, la teoría dice que lo veremos 10 días después de producirse.
Esta diferencia de tiempo, 10 días, es porque al estar el vórtice polar estratosférico fuerte, se tarda más tiempo en desacelerar los fuertes vientos del vórtice polar, que cuando es un vórtice débil.
Se ha observado que las fechas de inicio de un forzamiento en alturas isobáricas de la onda n-2 es aproximadamente de 10 días antes que el forzamiento de la onda n-1.
Siendo la onda n-2 , en estos calentamientos de final del invierno más efectiva que la onda n-1 en la conducción de la transición del viento zonal. La onda n-2 se relaciona con pulsos intensos pero cortos de flujos de calor.
20 días antes de que se produzca un calentamiento final del invierno, veremos anomalías positivas en zonas extratropicales y anomalías negativas en los subtropicos, luego estas anomalías positivas se debilitan rápidamente y se convierten en anomalías negativas.
Apareciendo por 1 vez en la estratosfera superior, luego descienden hacia abajo hasta alcanzar la superficie o día 0, pudiendo persistir varios días y 20 días después desaparecen.
También la troposfera experimenta una notable desaceleración del viento zonal.
Como vemos estos calentamientos tardíos se diferencian de los de pleno invierno en que la reversión de los vientos zonales no es simultánea, sino que va mucho más lenta.
Ayarzaguena y Serrano -2009 , sugieren que el calentamiento final del Hemisferio Norte , tiene un impacto importante sobre las tormentas o inestabilidad troposférica sobre l Atlantico Norte y en el numero de tormentas que atraviesan el Norte de Europa sobre los meses de marzo a abril.