Dos comentarios importantes los que hace el Dr. Jeff Masters en su blog en la última entrada.
Durante la jornada de hoy llegarán las primeras trazas de partículas radiactivas a la costa Oeste de Estados Unidos, gracias a los vientos de poniente que han soplado estos últimos días en el Pacífico. Coincide que este fin de semana se prevé lluvia en California por lo que esas partículas caerían a tierra.
En cualquier caso, como venimos comentando, resalta el meteorólogo que la intensidad radiactiva de esas partículas es totalmente inofensiva para la salud humana, pues considera que los 7 días y las 5000 millas de viaje son más que suficientes para diluir la concentración de los isótopos radiactivos, más lo que ya se haya depositado en el Océano.
La propia radiación natural del entorno, la que emite la propia tierra, es más intensa que lo que dichas partículas puedan aportar. Pone el ejemplo de que en la catástrofe de Chernobyl, de momento bastante más importante que esta de Fukushima, las partículas radiactivas se detectaron en Estados Unidos a los 10 días y que ni entonces tuvieron consecuencia alguna en la salud.
El gráfico adjunto de NOAA HYSPLIT simula el desplazamiento de la nube radiactiva hasta Estados Unidos, basándose en las mediciones pasada y la previsión hasta el 19 de marzo.
Como comentaba Gale, los vientos siguen siendo favorables para la dispersión hacia el mar de la nube radiactiva.
Se registran rachas entre 10 y 25 Km/hora del O a ONO en la mayor parte de la Isla. Las altas presiones situadas al Sudeste de la Isla tenderán a desplazarse hacia el Nordeste mañana, haciendo que el viento role a Suroeste (componente igualmente favorable). Dichos vientos que empujan al anticiclón empezarán a ser ascendentes, trasladando la nube radiactiva a capas más altas de la atmósfera, donde por el desplazamiento de las masas de aire es bastante más rápido que en la superficie, haciendo posible que la nube radiactiva emitida el sábado estuviera en 5 días en Alaska.
Hay que tener en cuenta que el isótopo radiactivo I-131 (yodo 131) tiene una vida aproximada media de 8 días. En cualquier caso, incluso en ese plazo de 5 días se espera que las partículas llegaran al contiente americano muy diluidas.
Sí se cierne una amenaza para el domingo en Japón. La previsión de vientos en la isla es muy confusa en estos momentos y podrían registrarse calmas o ligeras brisas de componente Norte, las cuales desplazarían la nube radiactiva hasta el Sur de Tokio. Podría unirse a este hecho que se sumara la lluvia, con lo cual las partículas radiactivas podrían caer a tierra. No obstante, estima el meteorólogo Jeff Masters que aún es alta la incertidumbre sobre dicha predicción.
El mapa adjunto del modelo NOAA HISLYP muestra dicha tendencia, indicando en diferentes colores distintas alturas del inicio del escape de la nube tóxica.