No es nada improbable algún episodio de gota fría en el Mediterráneo.
La cosa puede darse entre septiembre y diciembre (Octubre suele ser el mes más proclive). Son casi 4 meses de enfriamiento en los que puede pasar de todo.
Aunque me encanta que el verano sea raro, no me gustaría pensar que ello influya a su posible alargamiento (algo nada anormal en los últimos lustros) de manera que tanto septiembre como principios de octubre resulten con secos e incluso con temperaturas "anormalmente altas".
En estas situaciones de verano largo más allá del veranillo de San Miguel y a comienzos-mediados de octubre, primero con el "cordonazo de San Francísco" y luego con rítmicas entradas fría por la bajada del jet oceánico, mientras el mar no se enfríe mucho, puede dar lugar a alguna situación realmente explosiva de gota fría o como ahora se estila decir "DANA" con situación anticiclónica en superficie pero con borrasca marcada en altura que puede evolucionar a formarse también en superficie de manera más o menos acusada.
Mi opinión es que este año, si se mantiene el raro comportamiento permisivo del anticiclón de Azores, tenemos un notable riesgo de situación de gota fría importante.
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