Añado unos interesantes artículos,
sobre dragados de ríos, que ayer me pasaron vía Facebook Ginés, de AMETSE, y David Ibáñez, antiguo e ilustre forero:
Las 'limpiezas' o 'dragados' de los ríos, tan inútiles como peligrososAlfredo Ollero Ojeda: "Dragar los ríos es una medida que no sirve de nada"Vuestros comentarios me parecen de lo más acertados. Yo entiendo perfectamente la situación a la que se han enfrentado miles de familias debido a esta crecida, con pérdidas incalculables de bienes, propiedades y sustentos; pero
no pueden adoptarse medidas en caliente, que es lo que parece que siempre se hace, y preguntándome siempre a qué se debe realmente esta actitud.
El dragado de un río como el Ebro, el más caudaloso de completo recorrido en nuestro país, me parece una aberración medioambiental, más que por el hecho en sí, por cómo se hacen las cosas en este país.
En primera persona he visto actuaciones por crecidas en ríos más pequeños como el Jalón que discurre entre Soria y Zaragoza, y qué decir...
Este tipo de actuaciones tan agresivas deben ser consensuadas y muy bien estudiadas por grupos de expertos, que deben de valorar el impacto ambiental y las bondades reales de tales actuaciones: calcular mediante simulaciones qué caudal se va a ganar con la medida; porque si se va a dragar el río, alterando sus fondos y con consecuencias posteriores imprevisibles por modificación de las corrientes del río, se ha de valorar qué caudal podrá soportar sin desbordarse tras la actuación.
Tras una amplia valoración y estudio, podría acometerse una
limpieza del cauce, que no es lo mismo que un dragado: eliminar basuras, vegetación muerta como pueden ser enormes troncos apilados que puedan actuar como diques naturales, etc.
Incluso propondría valorar la
construcción de infraestructuras que puedan ayudar a un mayor control de estas avenidas, pero siempre buscando el menor impacto ambiental posible.