LA TEMPERATURA DEL MAR, EN MÁXIMOS

El agua del Cantábrico parece este verano un caldo templado. La última medición efectuada ayer por el Aquarium en la bahía de La Concha arrojó un registro de 25 grados y 6 décimas, casi como la del Mediterráneo. Además, la temperatura media del pasado mes de julio fue la más alta desde 1947, cuando comenzaron a realizarse mediciones en el oceanario donostiarra.

El registro de ayer, aun cuando es elevado, no constituye ningún récord, pero a este paso, si no se produce una variación en las condiciones meteorológicas, puede que termine habiendo nueva marca en la temperatura del agua del mar. Hay tiempo por delante: todo el mes de agosto. Tan solo le separarán nueve décimas para igualar la marca de los 26,5 grados que se alcanzaron en 2003, uno de los años más calurosos que se recuerdan.



El agua no solo está caliente en Donostia. La situación es similar en toda la costa guipuzcoana, desde Mutriku a Hondarribia. Según las mediciones del Aquarium donostiarra, los 25,6 grados de las últimas horas le sitúan en el segundo lugar dentro de la relación de aguas cálidas en agosto, solo superados en 2003. En agosto de aquel año, la temperatura describió una curva ascendente. Empezó el mes con 22,4º y para el día 13 se había disparado hasta los 26,5º. Además, las temperaturas se mantuvieron elevadas hasta finales de mes. El registro del día 31 fue de 24º y luego en septiembre fue a la baja.

Este año, las altas temperaturas que ya se observaron en el mar en julio han jugado un papel destacado. El pasado mes, la media del agua marina fue la más alta de la serie desde 1947, fecha desde la que se registran datos. Se midieron 23,8º, un valor superior a lo normal en 2 grados y 7 décimas, ya que la media histórica de julio es de 21,1º.

El valor tampoco debe resultar tan extraño teniendo en cuenta que julio fue tropical. Las temperaturas estuvieron a punto de batir marcas históricas. En Hondarribia fue el segundo julio más cálido desde hace sesenta años, mientras que en Igeldo fue el tercero. Pero, además, destacaron las 13 noches en las que el mercurio no bajó de los 20 grados. Con estos datos, es poco menos que imposible que la temperatura del mar se mantenga fresca.

El registro medio del agua del mar en julio superó a los meses que hasta ahora han ostentado la categoría de más cálidos, los de 2006, con una media de 23,5º, y 1950 con 23,1º.

Dos factores

Margarita Martín, delegada de Aemet en Euskadi, atribuye esta subida de la temperatura a dos factores. Por un lado al calor y, por otro, a la calma en la que han permanecido las aguas del Cantábrico. «No ha habido mar de viento, ni de fondo. La masa de agua se ha estancado y calentado por acumulación de energía solar», afirma la meteoróloga.

¿Seguirá la temperatura en ascenso? Es la interrogante que ahora planea. Todo dependerá de las condiciones del mar y de la meteorología. Una caída de la temperatura ambiental y la formación de depresiones en el norte que podrían empujar aguas más frías, favorecerían el descenso.

Los datos de la temperatura del agua del mar son obtenidos a diario por el Aquarium de Donostia. El centro cuenta con mediciones desde hace 71 años. Josu Monasterio efectúa esta labor todos los días, a la misma hora y desde el mismo lugar. Sus registros son de gran valor y han sido empleados en estudios científicos de Azti y publicados en prestigiosas revistas