El otoño tuvo carácter húmedo en el conjunto de la Península. Las precipitaciones superaron en un 21 % el valor normal.
Hubo una gran desigualdad geográfica, con precipitaciones abundantes en el noroeste y escasas en el área Mediterránea.
En el sur peninsular, cuencas como el Guadiana y Guadalquivir, y el sur de Andalucía, viven la sequía de larga duración más prolongada desde el inicio de la serie, en 1961. Comenzó en la primavera de 2016, y continúa desde entonces.