Buenos días,
Para informar sobre el tiempo y el clima hay dos formas: o ajustándose a la realidad, con conceptos objetivos y continua revisión de datos, tendencias y posibles efectos geográficos....
...o ajustándose a criterios mediáticos, sensacionalistas y tergiversadores de la realidad. Un buen ejemplo es la manera que tienen la mayor parte de los medios de un tiempo (ya largo) a esta parte a la hora de informar sobre el comportamiento de las estaciones del año. Estas nuevas formas de informar, repletas de manipulación, escogen el lenguaje con fines tendenciosos, para generar en los oyentes o lectores una opinión sólida (e indiscutible) sobre algo que puede ser perfectamente erróneo.
El titular de este fin de semana acerca de las predicciones estacionales de Aemet en la web de Rtve es una clara muestra:
https://www.rtve.es/noticias/20200918/otono-sera-mas-caluroso-seco-normal-tras-verano-mas-calido/2042498.shtmlDice que "el otoño será más CALUROSO y seco de lo normal tras un verano más CÁLIDO".
Bajo mi punto de vista adjudicar al otoño un carácter CALUROSO y al verano uno CÁLIDO es manipulador. El lector, profano normalmente en estos temas, al ver la palabra <<caluroso>> podría deducir fácilmente que el otoño traerá temperaturas más altas que las del verano. Y estando el verano ya de por sí caracterizado por las altas temperaturas, cabría pensar que el otoño va a ser incluso peor. Pero es que incluso el concepto <<cálido>> sugiere algo más suave, tibio...incluso definitoriamente alude a algo más cómodo (como bien indica la propia RAE).
Por lo tanto, de nuevo, se ajusta el lenguaje para taladrar en el subconciente colectivo el angustioso mensaje de que lo que se espera ya, de manera inevitable, es siempre más y más calor. Y de este modo tenemos que todo el conjunto de la información meteorológica está viéndose ensombrecida, en su variedad y diversidad, con un monotema repetitivo y cansino -el del calentamiento global- con una forma de informar y divulgar que, a todas luces, tampoco está ayudando en modo alguno a mejorar los evidentes problemas medioambientales del planeta.
Seguimos igual, pero convencidos de que todo lo que sale por los medios es real...e inevitable. Me parece triste. Y, sospecho, cada vez somos menos los que nos estremecemos ante esta deriva.
Saludos!