Por Catalunya, y hasta el pinchazo en la calor de los dos últimos días, llevábamos un julio bastante cálido. Sin registros de temperatura excepcionales, pero con una gran constancia de valores por encima de la media, y sin descanso alguno hasta esta semana.
A pesar de ello, y de la percepción de la población agobiada de la falta de tregua del calor, los valores medios de temperatura quedan por debajo de julios recientes, como 2003, y especialmente 2006 que aquí se recuerda por su infernal comportamiento.
En resumen, calor hasta la fecha si, pero aún sin contar las consecuencias del descenso acaecido desde el día 21, ni de coña el peor julio de los últimos años. Y ni os cuento que en junio no hizo nada de calor para hablar en términos globales de verano.