La descripción del estado de la mar en la Escala de Beaufort es inexacta en cuanto a la altura de las olas, pues ésta no sólo depende de la fuerza instantánea del viento, sino también del tiempo que dura su acción y del "fetch". Con un viento de 20 a 25 nudos (fuerza 5 a 6 en la escala Beaufort) se levantan en alta mar olas coronadas de espuma de 1,5 a 3,5 metros, según la duración del viento. Un viento de fuerza 8, siempre según la escala Beaufort, da como resultado "olas de altura media". Estas alturas medias representan 4 metros después de dos horas de viento y 6 metros después de cuatro horas, aumentando lentamente más tarde hasta llegar a los 7 metros. Lo que los boletines meteorológico marítimos  denominan "Mar Gruesa", son olas de 6 a 9 metros como máximo.

Sin embargo desde la cubierta de un pequeño barco resulta muy difícil calcular  la altura real de las olas, debido al ángulo bajo el cual vemos su cresta cuando dicho barco se encuentra en el seno de una ola y no puede verse el horizonte. Enseguida se suele pensar que las olas llegan hasta la altura del palo. Realmente el único punto de referencia verdadero es la altura de los ojos del navegante con relación a la superficie. Si al situarse el barco en el seno de la ola, el observador puede ver la cresta de la misma en el horizonte, podrá deducir que la altura de la ola es igual a la altura de sus ojos. De todas formas, la altura de las olas sólo se puede calcular por acuerdo general, y el valor medio hallado es el que se denomina "altura significativa".

Las olas sucesivas no tienen todas realmente la misma altura. pues se forman a partir de series de ondas de velocidades y periodos variables, cuyos efectos se suman o se restan entre sí. Las olas pequeñas son alcanzadas y sobrepasadas por las olas más grandes, que al mismo tiempo pueden representar amplitudes, períodos y velocidades diferentes entre sí. A partir de observaciones efectuadas  durante largo tiempo se ha llegado a la conclusión de que a veces se producen olas claramente más altas que la media.

Temporal de mar gruesa en el Cantábrico.  Isla de la Virgen del Mar  (Santander):

LA MAR DE VIENTO

Se emplea el término "Mar de Viento" para diferenciar el sistema o los sistemas de olas que se forman en un lugar determinado, bajo la acción del viento que sopla en ése mismo instante.

Si suponemos que el viento comienza a soplar sobre una mar en calma, exactamente donde nos encontramos. La magnitud de las olas que van a formarse depende de tres factores:

- La fuerza del viento
- El tiempo que dura su acción, y
- El Fetch, es decir, la distancia sobre la cual el viento ejerce su acción, sin encontrar ningún obstáculo, o sin cambiar de dirección.

Las olas que se forman empiezan a crecer. En el momento en que aparecen, tienen una gran combadura pues su velocidad aún es pequeña con relación a la del viento.. Si éste se mantiene, las olas se van alargando poco a poco, con lo cual su altura, longitud, período y velocidad irán en aumento cada vez más hasta llegar a alcanzar un punto máximo que dependerá de la fuerza del viento. Si éste continúa soplando con la misma intensidad durante varios días, las características de las olas que ha originado no cambiarán.

Sin embargo, si el fetch es demasiado corto éstas no pueden alcanzar su mejor forma. Cuando las primeras olas que aparecían en el lugar en que empezó a soplar el viento llegan al final del fetch (por ejemplo, a la costa), se establece un equilibrio. En este caso otra vez, el intervalo de tiempo durante el cual el viento continúa soplando ya no le afecta, siempre que mantenga la misma intensidad. Fácilmente podremos imaginar que cuanto más corto es el fetch, menos posibilidades tendrán las olas de aumentar su tamaño.

Por otra parte hay que señalar que el viento no es completamente regular ni en fuerza ni en dirección, aunque el aspecto de la mar de viento tampoco es homogéneo, pues aparecen uns olas más cortas que otras y más o menos de través. Cuando el viento cambia claramente de dirección, aún no ha desaparecido la primera serie de olas que origino (el tren de olas), y sin embargo ese mismo cambio de dirección da lugar a otra serie de olas. En ése momento se produce un choque entre olas de diferentes "edades", entrecruzándose y dando a la mar un aspecto bastante desordenado...la característica principal que ayuda a reconocer la mar de viento.

Este desorden puede llegar a convertirse en un verdadero caos; la "mar infernal" con la que se encontraron los participantes de la regata Fastnet, en 1979, a la entrada del Canal de Bristol.

Ejemplo de mar de fondo y mar de viento mezcladas. La mar de viento se observa gracias al "orden" de los trenes de olas, es decir, las olas vienen agrupadas en series más o menos grandes (altura). La mar de viento es la que hace que en las crestas de las olas salga la espuma.
Isla de la Virgen del Mar. Santander  (Cantabria):





Olas de más de 5 metros rompiendo contra los acantilados durante un temporal de mar gruesa (mar de viento).
Isla de la Virgen del Mar.  Santander  (Cantabria)


Foto escaneada

Interesantísimo documento. El tema de las olas del mar no sé si ya corresponde a la Oceanografía, pero a mí me gusta mucho y al final, el nexo de unión con la Meteorología es muy íntimo.

¿Es cierto que la altura de una ola se mide por su espalda y no por su cara rompiente?

Luego hay fenómenos impresionantes visualmente asociados a las olas, que al final, no son más que ondas que se propagan en un medio líquido, y por tanto, están sujetas a las leyes físicas de la ondulatoria; por ejemplo, cuando en un gran temporal, una ola choca contra un obstáculo tal como el muro/espigón de un puerto, el muro absorberá parte de la energía de la ola pero una gran parte, si el muro no tiene una buena base de piedras o elementos (cubos enormes) de hormigón que destruyan y absorban la mayor cantidad de energía posible, la ola rebota y vuelve sobre sus pasos. Mientras, otra ola se viene acercando desde mar adentro. ¿Qué pasa cuando esa ola se encuentra con la rebotada? Se montan una sobre la otra haciendo que la ola se convierta en una montaña de agua. Momentos después se desacoplan, pero la ola romperá con más fuerza sobre el muro, que sin haber existido esa ola de rebote.

Recupero un artículo de la RAM, que puede complementar la fantástica información de Luís: http://ram.meteored.com/numero29/grandes_olas.asp

Y para disfrutar un poco:

El tema de la meteorología y la oceanografía son dos cosas distintas. Pero en Meteo existe una subdivisión que se llama Meteorología Marina y en ella se tienen muy en cuenta datos como alturas significativas, períodos de olas, estado de la mar etc.
Hay que tener en cuenta de que existe una relación muy directa entre la altura significativa de las olas y su periodo. No es lo mismo una altura de ola de 3 metros, con un periodo de 20 segundos, que la misma altura de la ola, pero con un periodo menor. Si el tiempo que pasa entre la cresta de una ola y la siguiente es poco...las cosas se complican mucho, sobre todo en los Puertos a la hora de desestibar los barcos. Y si la mercancía que llevan es gas, petróleo u otra sustancia peligrosa, hay que prestar mucha atención a estos dos parámetros.

En Igueldo se siguen muy de cerca todas estas cosas, sobre todo en lo que concierne a los Puertos de Pasia (Pasajes) y Bilbao. Como ejemplo citaré que los "butaneros" (los barcos que transportan gas) no pueden descargar su contenido dependiendo del periodo de las olas y de su altura.

En cuanto a la altura de una ola...la medida de por donde se haga es indiferente, pero siempre ha de hacerse antes de que la ola rompa. En alta mar las olas no rompen por que el fondo es muy profundo. Las olas sólo rompen cuando no encuentran fondo suficiente. Por eso la altura de las olas se mide desde el seno a la cresta, y el periodo es el tiempo que transcurre entre que pasa la cresta de una ola y la de la siguiente tomando como referencia un punto fijo.

Cuando las olas chocan contra un obstáculo, (cuando llegan a un espigón o a un acantilado) parte de su fuerza (que es inmensa) es absorbida por dicho obstáculo y para que éste no resulte dañado tiene que haber una compensación entre la fuerza que recibe y la que es capaz de "rechazar". Por eso los rompeolas "modernos" se construyen a base de bloques de gran peso distribuidos anárquicamente. Esto hace que la fuerza de la ola disminuya y que llegue con menos potencia al muro final del rompelolas. Si los rompeolas se construirían como un muro continuo, en uno o dos temporales fuertes acabarían destruídos, pues la fuerza con la que las olas chocan en él es superior a la fuerza que tiene que "reflejar".

Al rebotar una ola contra un obstáculo vuelve sobre sus pasos. Si en su camino de retorno se encuentra con una ola de altura igual o menor, las fuerzas de ambas quedan contrarrestadas: La ola de retorno choca contra la ola que viene como si se tratase de un obstáculo mismo; pero si la altura de la  que se dirige hacia el obstáculo es superior a la ola que vuelve, ésta queda anulada y su fuerza se añade a la ola que llega. Precisamente el diseño de los moderos espigones o rompelolas de algunos puertos, contruídos con bloques de hormigón de gran tonelaje, es impedir que la fuerza de la ola que rebota se vea incrementada con la fuerza de la ola que llega.

LA MAR SORDA

No está aún claro el origen de este tipo de mar. Es un oleaje con trenes de olas de muy pocas unidades; a veces se reducen a dos o a tan sólo una ola, resultando que la principal característica de este tipo de mar son las pausas muy dilatadas entre los trenes de olas, algunas de ellas de más de 10 minutos.

Cuando hay mar sorda y a la vez mar de fondo, resulta extremadamente peligrosa para quienes se encuentren en plataformas naturales, roquedos o acantilados a muy poca altura sobre el nivel del mar. La mar sorda se caracteriza por lo sorpresiva y silenciosa que es. Escala poco a poco los acantilados, si apenas romper ni originar espuma. Puede ocurrir con un mar aparentemente "en calma"; el nivel del agua va subiendo rápida y silenciosamente cubriendo por completo las zonas bajas de los acantilados y se retira de la misma forma. Se trata de grandes olas escondidas que pasan desapercibidas muy fácilmente. Un ejemplo de mar sorda es lo que normalmente se dice como "golpe de mar" y sus víctimas principales se cuentan entre pescadores de acantilado que recogen percebes u otros moluscos que tienen su hábitat precisamente al lado de las rompientes.


MAR DE LEVA

Surge en ciclones o perturbaciones muy intensas, pero de pequeño radio de acción. Es una mar inducida en su momento por vientos muy poderosos.

De la mar originada de ésta forma sólo se propaga hasta lugares lejanos el oleaje de mayor porte, es decir, el originado por los vientos que son más violentos. Se presenta en trenes de olas no demasiado largos (período entre crestas muy corto), y los tiempos de separación entre ellos oscilan entre los tres y cinco minutos.