3 de marzo de 2006
Organización Meteorológica MundialEL NIÑO/LA NIÑAHOY
Situación actual y perspectivas
Desde aproximadamente comienzos de año, las temperaturas de la superficie del mar en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial han sido inferiores en medio o un grado Celsius a los valores normales. Esta circunstancia, sumada a las condiciones oceánicas y atmosféricas más amplias del Pacífico tropical, hace suponer que esté comenzando un episodio de La Niña en toda la cuenca. No obstante, la aparición de tal episodio en esta época del año es muy poco frecuente, lo que aumenta las dudas con respecto a la medida en que iría acompañado de la distribución de precipitaciones y las temperaturas que lo distinguen. Además, se prevé que las condiciones propias de La Niña durarán relativamente poco, siendo probable la vuelta a unas condiciones neutras en todo el Pacífico ecuatorial hacia mediados de año o poco después.
En esta época del año no hay muchas posibilidades de que continúen o persistan las condiciones reinantes en el Pacífico tropical y el período que se extiende de marzo a mayo suele caracterizarse por marcadas transiciones entre fases de El Niño o de La Niña. Aunque la mayoría de los modelos informáticos e interpretaciones de los expertos prevén que las condiciones de La Niña continuarán, al menos durante los próximos dos meses, se considera sumamente probable que a mediados de año vuelvan a darse condiciones neutrales. Dado que las predicciones son menos fiables en esta época del año, en los próximos meses será necesario proceder a una observación atenta para detectar si hay alguna indicación de que las condiciones propias de La Niña seguirán persistiendo más entrado el año o de que comienza una rápida evolución hacia las condiciones de El Niño. Ninguna de estas dos hipótesis se considera probable pero, por el momento, no se pueden descartar.
En septiembre de 2005 las temperaturas de la superficie del mar se enfriaron más de lo normal en las proximidades de la costa de América del Sur. Probablemente ese hecho influyó en las tendencias del clima local en los últimos meses de 2005, pero entonces no constituyó un episodio de La Niña en toda la cuenca. Si bien las condiciones permanecieron fundamentalmente neutras en la parte central del Pacífico ecuatorial, las temperaturas de la superficie del mar en la parte occidental del Pacífico ecuatorial siguieron siendo, y aún lo son, mucho más altas de lo normal. Esta circunstancia, sumada a las condiciones que se dan en el océano Índico, contribuye a que se den unas condiciones climáticas inusuales, y en algunos lugares muy perjudiciales, en las regiones continentales que rodean al océano Pacífico occidental y al océano Índico.
La reciente evolución hacia unas condiciones características de un episodio de La Niña en toda la cuenca ha coincidido con la llegada de la temperatura máxima anual de la superficie del mar en la parte oriental del Pacífico ecuatorial. A ello obedece, en parte, que las consecuencias del actual episodio de La Niña puedan ser distintas de las asociadas a episodios anteriores, especialmente en la zona oriental de la cuenca. Estos factores inusuales ponen de relieve la importancia de examinar las previsiones climáticas estacionales para regiones o zonas específicas que facilitan los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, y la información sobre las condiciones previstas no debería basarse únicamente en la presencia de El Niño o La Niña.
En resumen:
· Durante gran parte de 2005 se dieron condiciones neutrales en todo el Pacífico tropical, sin ninguna oscilación importante conducente a un episodio de El Niño o La Niña en toda la cuenca.
· En los últimos meses de 2005 se produjo un enfriamiento localizado cerca de la costa de América del Sur, lo suficientemente amplio como para influir en las tendencias del clima local pero no lo suficientemente extendido como para constituir un episodio de La Niña en toda la cuenca.
· Las temperaturas inusualmente frías de las aguas de superficie que después se extendieron a la parte central del Pacífico ecuatorial, sumadas a cambios atmosféricos complementarios en toda la cuenca, han generado condiciones que se asemejan a los comienzos de un episodio de La Niña en toda la cuenca.
· Históricamente no existen precedentes de un episodio de La Niña de considerable intensidad o duración que se haya producido tan a principios de año.
· En vista del momento tan inusual del año para la aparición de este episodio de La Niña, se insta a la prudencia con objeto de evitar que se infieran tendencias de características meteorológicas típicas en todo el mundo asociadas con episodios de La Niña. En la configuración actual de las tendencias del clima, la prudencia frente a las inferencias generales se aplica fundamentalmente a la parte oriental de la cuenca, mientras que en la parte occidental siguen dándose condiciones más típicas de La Niña.
· Casi todos los modelos informáticos e interpretaciones de los expertos prevén que el episodio desaparecerá con bastante rapidez en los próximos 3 a 6 meses. No obstante, no se puede descartar que, con las actuales condiciones reinantes, continúe el episodio de La Niña después de mediados de año o se produzca un episodio de El Niño en la segunda mitad de 2006.
La situación en el Pacífico tropical seguirá siendo objeto de una observación atenta. Los especialistas de la predicción climática seguirán facilitando regularmente interpretaciones más detalladas de las fluctuaciones regionales del clima, que comunicarán los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales.
Las características del clima en el Pacífico
La labor de investigación realizada en los últimos decenios ha puesto de relieve la influencia importante que ejercen las interacciones de la atmósfera y del océano en la zona tropical del océano Pacífico sobre las características del tiempo y del clima a escala mundial. Durante los episodios de El Niño, por ejemplo, la temperatura de la superficie del mar en la parte central y oriental del Pacífico tropical suele ser muy superior a lo normal, mientras que, en esas mismas regiones, durante los episodios de La Niña la temperatura es inferior a lo normal. Esas variaciones de temperatura pueden provocar fluctuaciones importantes del clima en el mundo entero y, una vez comenzadas, esas anomalías pueden durar un año, o incluso más. El intenso episodio de El Niño en 1997-1998 fue seguido por un largo episodio anómalo de La Niña, que empezó hacia mediados de 1998 y terminó a principios de 2001. En cuanto al episodio de El Niño en 2002-2003, no fue tan intenso como en 1997-1998. Aunque los episodios de El Niño alteran la probabilidad de ciertas pautas climáticas en el mundo entero, sus resultados nunca son exactamente idénticos. Además, aunque suele existir una relación entre la intensidad de un episodio de El Niño y sus efectos a escala mundial, cualquier episodio puede tener repercusiones graves en determinadas regiones, independientemente de su intensidad.
Predicción y vigilancia del fenómeno El Niño/La Niña
La predicción de la evolución de las condiciones que prevalecen en el océano Pacífico se realiza de distintas maneras. Los modelos informáticos complejos hacen proyecciones de la evolución del océano Pacífico tropical a partir de su estado actual. Los modelos estadísticos de predicción también pueden identificar algunos de los precursores de esa evolución. Los análisis que llevan a cabo los expertos aportan un complemento de información, especialmente en lo que respecta a la interpretación de las implicaciones de la evolución de la situación bajo la superficie del océano. Todos los métodos de predicción tratan de tener en cuenta los efectos de las interacciones del océano y de la atmósfera en el sistema climático.
Los datos meteorológicos y oceanográficos recopilados por los sistemas de observación nacionales e internacionales permiten vigilar y predecir los episodios de El Niño y La Niña. El intercambio y el proceso de esos datos se realizan en el marco de programas coordinados por la Organización Meteorológica Mundial.
Nota de agradecimiento
El presente Boletín es el fruto de la colaboración entre la OMM y el Instituto internacional de investigación sobre el clima y la sociedad (IRI), como contribución a la labor del Equipo de Tareas Interinstitucional sobre reducción de desastres de las Naciones Unidas. Se ha preparado con la ayuda de la Oficina de Meteorología de Australia (BOM), el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño (CIIFEN), la Administración Meteorológica de China (CMA), el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMMP), el Instituto internacional de investigación sobre el clima y la sociedad (IRI), el Servicio Meteorológico del Japón (JMA), la Administración Meteorológica de Corea, el Servicio de Meteorología del Reino Unido, MétéoFrance, el National Institute of Water and Atmospheric Research de Nueva Zelandia (NIWA) y el Centro de Predicción Climática de los Estados Unidos de América.
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