Yo no creo que ninguno sea mejor que el otro, simplemente deben ser complementarios.
Los organigramas actuales del INM, con una estructura muy compleja y faraónica, y sobretodo con el lenguaje ferragoso de los pronósticos (
nuboso a muy nuboso en el tercio norte uffff) nos lo hacen un organismo quizás algo antipático y no demasiado abierto al gran público ... que no quiere decir que lo sea. Mi experiencia personal con el INM no es precisamente negativa, aunque a veces te das cuenta que es un monstruo demasiado grande con el que poder mantener relaciones fluidas.
Mi idea es que los servicios meteorológicos "regionales", o una reforma de los actuales CMT del INM, deberían saber conectar mejor con el usuario final. Ser más accesibles, especializados en los pronósticos de vigilancia (nowcasting) y de corto plazo (hasta mañana), con unas previsiones más sensibles a las características climáticas de la zona y menos generalistas.
Con recursos propios para tejer una red de observatorios automáticos disponibles en la red, complementariosde la red manual que debería cuidarse mejor, y quizás desde delegaciones provinciales pienso que sería más fácil.
Todos ellos deberían coordinarse desde un centro de ámbito estatal donde se haría la investigación pertinente y se facilitarían los productos para trabajar desde los centros menores. Esta sede central debería coordinar todos los demás, siendo referente en las previsiones a medio plazo (a partir de pasado mañana). Aquí debería trabajarse en la investigación de modelos de mesoscala para ayudar a una mejor prognosis del tiempo. La red de radares Doppler debería gestionarse desde aquí y cubrir todo el territorio.
Y por supuesto aquí deberían tejerse las coordinaciones necesarias con un centro meteorológico de rango europeo que debería ocuparse de los modelos globales y de EUMETSAT.
Bien quizás basta ya de soñar
Lo más importante es que los pronósticos fueran de calidad y pudieran llegar a los ciudadanos a través de los medios de comunicación. Al fin y al cabo la buena meteo debe servir para salvar vidas o advertir de riesgo, más que para saber si el fin de semana nos podremos broncear en la playa.