Un tornado, o un pequeño huracán, sacudió ayer varias fincas agrícolas entre Baños de la Encina y Guarromán. Entre los daños, una treintena de ovejas muertas.
Hasta esta mañana se esperaba la visita del veterinario para ver si se podía hacer algo con ellas, pero los huesos rotos y algún que otro órgano interno dañado ha terminado por acabar la vida de estas ovejas. Los eucaliptos bajo los que se refugian cuando hace calor se vinieron abajo sobre las 5 de la tarde de ayer.
La explicación, un tornado o un pequeño huracán. El pastor que se encarga de este rebaño de 800 ovejas ha echado de menos a algunos animales más. Una decena está todavía debajo de las ramas arrancadas de cuajo.
Más daños: el fuerte aire que sopló durante apenas 10 minutos consiguió hacer lo que no han hecho 500 años de antigüedad: el extraño fenómeno meteorológico de ayer arrancó también de cuajo esta encina centenaria.
El tifón ha derribado árboles.
Ha salido varias veces en la television y sus efectos que han sido bastante graves.