Transcribo el texto de la interesante noticia que ha enlazado Pinto por si lo eliminan cuando aparezca la nueva edición digital del periódico mañana Hay foto incluida, ¡visitadlo¡,
Cuatro tornados han sido avistados desde la costa vizcaína en la última semana
Salvamento Marítimo detectó un torbellino en Matxitxako y otros dos en Lekeitio antes de que apareciera la gran tromba marina del domingo
IÑAKI CASTRO/BILBAO
SORPRENDENTE. La columna de un tornado se divisaba con claridad desde la playa de Lekeitio el pasado domingo. / J. M. DEL OLMO
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La costa vizcaína sorprendió el domingo con una estampa cinematográfica cargada de suspense. Un tornado de proporciones «increíbles» se formó a escasos kilómetros del litoral y puso los pelos de punta a buena parte de los paseantes que copaban los acantilados de Lekeitio y Urdaibai. El torbellino, sin embargo, no fue el único sobresalto atisbado en el horizonte. Minutos antes de que «levantara grandes cantidades de agua», otros dos tornados estuvieron a punto de revolverse sobre el mar. Por si fuera poco, un cuarto torbellino fue avistado la semana pasada en Matxitxako.
Los tripulantes de la Salvamar 'Monte Gorbea' fueron los primeros en avisar del extraño fenómeno el domingo. De hecho, observaron casi en primera fila toda la batería de tornados, conocidos técnicamente como trombas marinas. Nada más enganchar a una lancha averiada para remolcarla hasta Bermeo, los especialistas de Salvamento Marítimo asistieron a las dos primeras descargas del cielo. «Fue al Norte, mar adentro. Vimos cómo dos columnas de nubes bajaban rápidamente y casi llegaban a tocar el agua», recuerda Miguel Parcha, patrón de la embarcación de rescate.
A escasos metros, los tres tripulantes del barco averiado se miraban asombrados. «Se formaron de repente y nos quedamos asustados. En un momento, descendieron los dos torbellinos y parecía que iban a remover todo el mar», explica Francisco, uno de los ocupantes de la embarcación. «Habíamos salido a las ocho y media de la mañana para cacear y nos encontramos con algo increíble», añade todavía boquiabierto.
La parte más impactante llegó a renglón seguido. La Salvamar navegaba a la altura de la plataforma Gaviota cuando a su espalda se levantó la tercera tromba marina, que pudo divisarse perfectamente desde la costa. «Según el radar estábamos a tres millas -5,5 kilómetros-, pero podíamos ver la inmensa cantidad de agua que lanzaba en todas direcciones», detalla Parcha.
Veinte minutos después, el tornado volvió al cielo. «Estuvo casi todo el tiempo quieto, aunque se balanceó un poco hacia el Este. Luego, simplemente, la columna de nubes subió hacia arriba», aclara el patrón de la embarcación de rescate. Los tres tripulantes de la lancha averiada seguían todo el proceso con la mirada clavada en el horizonte. «Jamás habíamos visto algo así. Fue increíble, terrible», subraya Francisco.
Para los tripulantes de la Salvamar el fenómeno era mucho más familiar. Sin ir más lejos, el pasado lunes vieron otra tromba marina cuando navegaban cerca de Matxitxako. «Llevábamos un par de años sin encontrarnos con una. Ésta fue más pequeña y apenas duró unos minutos, pero sigue infundiendo respeto», confeisa Parcha. Ayer, aunque el tiempo empeoró de forma notable, la delegación del Instituto Nacional de Meteorología en Santander no detectó nuevos tornados.
Gracias Pinto por el enlace¡¡