Vamos de cabeza, si no lo estamos ya, de un clima mediterráneo en el grueso de la península a un estepario o subdesértico.
Eso requiere adaptación, la cual no estamos aplicando en ningún sector económico, ni en agricultura (año a año aumentamos los regadíos), ni en industria, ni por supuesto en el sector servicios, donde el turismo "bebe" ingentes cantidades de agua para mantener la actividad. Solo el uso consuntivo, el que hacemos cada uno en casa, se reduce año a año, un poquito, de manera constante bajamos el consumo medio.