Resumen de la noticia de prensa de 10 de abril de 2012:
(Foto de la noticia)A pesar del año catastrófico seco que llevamos, las lluvias de 2009-10 y 2010-11 están ahora haciendo posible
una imagen que no se veía desde hace más de 30 años: la recarga del Acuífero 23, la enorme bolsa de agua subterránea en la llanura manchega, que hace manar agua de forma completamente natural en zonas llanas, mediante "cráteres" (Ojos) de unos cuantos metros de diámetro y de profundidad.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Daimiel (Ciudad Real), ha visitado los nuevos afloramientos de agua que han surgido en los parajes conocidos como Las Suertes y El Rincón, a dos kilómetros de los Ojos del Guadiana. Este agua ha salido a la superficie en poco más de un mes, sin haber llovido apenas nada, ya que en la última visita realizada a finales de enero no existían.
Además, a unos dos kilómetros y medio, en El Rincón, también se han producido más encharcamientos y los dos hundimientos de la zona han crecido considerablemente, tanto en profundidad de agua como de diámetro de "cráter" debido a la erosión producida. El hundimiento pequeño, de unos 5 metros de diámetro, que no tenía agua en enero, ahora está cubierto por una espesa manta de agua, mientras que el grande ha crecido de diámetro (unos 20 m) debido a nuevos derrumbes provocados por la erosión, creciendo también la profundidad del agua, lo que corrobora que el acuífero se sigue recargando pese a la escasez de lluvias.
Pese a que el nivel freático en ese punto está a 7 metros de profundidad, los afloramientos se producen por la extracción de turba —material formado por restos vegetales en el lecho del río— que rebajaron el nivel de la superficie en Zuacorta. El Molino de Zuacorta, primero de los molinos harineros que jalonaban el cauce del Guadiana, se encuentra a 4,5 kilómetros de los Ojos del Guadiana.