Los recortes siguen asolando al medioambiente y a esas escasas iniciativas que combinan sostenibilidad económica y ambiental, e incluso social.
El pinar de Valsaín, un ejemplo de explotación forestal que cuenta con un aserradero público que proporciona al mercado maderas con casi todas las normas de calidad posible no pasa por un buen momento (quizá, y en opinión personal, debido a lo rígido de algunas normas) lo que (como no) provocará
su próxima privatización, lo que quizá conlleve a su desaparición. Por cierto, llevaba funcionando desde 1884, casi 120 años.
Noticia de El País, del domingo 2 de diciembre.