326.000 personas visitaron el centro en el año 2003. Con la apertura del `Bosque Animado´ las instalaciones están totalmente terminadas. El parque es el resultado de una nueva filosofía sobre la conservación natural. Participa de múltiples programas internacionales de reproducción. Por Cristina Rosado. Fuengirola.
Considerado uno de los mejores zoos de Europa, el de Fuengirola mezcla dos importantes conceptos: la posibilidad de ver a los animales sin notar las barreras y un especial interés científico.
Nada menos que diez páginas le dedica la prestigiosa revista `National Geographic´ al zoológico de Fuengirola en su edición española de septiembre, y es que el parque está considerado uno de los mejores de Europa.
La iniciativa privada de la empresa Rain Forest, que tiene la concesión del parque para los próximos cincuenta años, renovó las obsoletas instalaciones del antiguo zoológico de Fuengirola, que acabó convirtiéndose en un reguero de jaulas con animales encerrados en condiciones más que cuestionables. Las de ahora le han dado a la ciudad costasoleña el que sin duda es el zoo más moderno de España.
Un nuevo concepto. El nuevo zoo de Fuengirola abrió sus puertas en el verano de 2001 con un concepto renovador y absolutamente distinto al tradicional. Gracias al diseño denominado `zooinmersión´, el visitante su puede sumergir, sin apenas notar barreras, en la isla de Madagascar, en el África ecuatorial y en el Sudeste Asiático. El efecto que se pretende es proporcionar el contacto directo entre el visitante y los animales y cuando más se consigue es en la isla de los lemures. Atravesando un gigantesco baobab reproducido a tamaño natural se entra, siempre con un biólogo del parque como guía, al territorio de estos curiosos animales, que se acercan al público sin ningún problema. Y si estos deliciosos primates (todos querrían llevarse uno a casa) son la estrella de la isla de Madagascar, en la zona que recrea el África Ecuatorial se encuentran algunos de los animales más atractivos para el público.
En esta zona se han recreado ecosistemas vírgenes del bosque africano. En sus humedales encontramos una colonia de flamencos rosa (que suponen uno de los mayores éxitos reproductivos del parque) y grupo de cocodrilos del Nilo. Estos animales pueden pasar de los cinco metros de longitud y son unos depredadores insaciables. El público puede verlos de cerca a través de un cristal que no evita un cierto miedo o desde una zona superior sin ninguna barrera. En la misma zona hay numerosos tipos de aves (algunas bastantes raras), sitatungas, una especie de antílope, hipopótamos pigmeos, puercoespines, suricatas, potamoqueros (parecidos a jabalíes) o una pareja de duiker azul, un antílope del tamaño de un conejo. Todos conviven, junto a otras muchas especies, en la selva recreada en Fuengirola. Y de la selva al valle: al de los gorilas. Allí, pueden contemplarse chimpancés (sin duda el mejor reflejo de que la reinserción animal es posible) y gorilas, especie prioritaria en los programas de conservación y reproducciones de especies en peligro de extinción. Tras contemplar a los simpáticos y revoltosos chimpancés, el visitante puede acercarse considerablemente a un superpredador africano: el impresionante leopardo.
El tercer entorno recreado es el sudeste asiático, la única zona donde se han diseñado espacios alterados por el hombre como el templo de Angkor, cuyo dueño y señor es el tigre de Sumatra. Sólo 400 ejemplares de esta especie sobreviven en libertad y los de Fuengirola pertenecen a un programa de reproducción entre zoológicos europeos.
De estas ruinas, una cascada lleva al visitante hasta un pequeño río donde conviven el tapir malayo, varias aves, algunos bovinos que se encuentran en serio peligro de extinción y el falso gavial, un enorme cocodrilo con el morro afilado.
Además, hay otras muchas especies, como los impresionantes orangutanes de Borneo, que habitan el dosel de un bosque que también comparten al anochecer con los dhole, cánidos rojos que viven en manada como los lobos, los insectos palo, casi imposibles de distinguir entre la vegetación de la Mina, la paloma coronada en la selva escondida o el saltarín del fango, un pez que puede pasar varias horas fuera del agua y que nada en el manglar.
La revista `National Geographic´ dedica diez páginas al zoo
El número de septiembre de la prestigiosa revista `National Geographic´ publica diez páginas en las que hace un exhaustivo análisis del parque de Fuengirola. La revista concluye que las instalaciones, que califica como las más modernas de España, ayudan a comprender los motivos de los que apoyan la persistencia de zoológicos frente a su detractores. La publicación insiste en que apuestas como la de la empresa que gestiona este zoológico, Rain Forest, permiten revertir parte de las ganancias en la conservación `in situ´ de especies que, de otra forma, podrían haberse extinguido. Dentro de este contexto de respeto a la naturaleza, este verano se ha abierto `el Bosque Animado´, una zona en la que se puede contemplar a los animales en plena acción. Eso sí, exactamente como se comportarían en la naturaleza, sin ridiculizarlos y sin aros ni espectáculos. La publicación destaca especialmente las características del diseño de las instalaciones denominado `zooinmersión´ (el reportaje se titula `Inmersos en el Zoo´), que permiten ver a los animales frente a frente sin apreciar barreras, excepto cuando es absolutamente necesario. Incluso, a veces, aunque los límites existen no se aprecian. Es el caso de los tigres. Estos felinos, a los que se puede ver desde varios puntos, husmean a los visitantes tras lo que, en apariencia, son cañas de bambú, pero que, en realidad, esconden sólidas barras de hierro que evitan cualquier riesgo.
La conservación, eje de los nuevos zoológicos
El `National Geographic´ también hace un repaso importante a los muchos programas europeos e internacionales de los que participa el zoo de Fuengirola. Son programas de reproducción y cría que comparten algunos parques.
Un 10 por el trabajo bien hecho...
Tema: El zoo del futuro, en Fuengirola (Leído 555 veces)